El Chimpance Y La Rosa

EL CHIMPANCE Y LA ROSA

El Dr. Rodolfo García, jefe de zoopsicología del Zoológico inició nuevamente su revisión matutina de los animales a su cargo. Avanzó con paso lento por el sendero de tierra flanqueado por árboles simulando un camino en medio de la selva.
Se detuvo un instante al ver un par de ardillas correteando, bajaban de un árbol, corrían a toda velocidad por el suelo cubierto devegetación y trepaban en otro árbol.
- Al menos las ardillas gozan de buena salud mental, se dijo para sí propio. En la vida salvaje harían exactamente lo mismo que están haciendo aquí. Es más, ellas ni se han enterado de que están en un zoológico privadas de su libertad. Cómo quisiera que todos los demás animales creyeran eso.
Continuó su andar llegando hasta la jaula de los sajinos, que nodejaban de hacer ruido sorbiendo agua, comiendo frutas y gruñendo entre ellos. Algunos peleaban, se perseguían y otros iniciaban algún galanteo ante una hembra.
- Estos sí que están felices de la vida, pensó el dr. García. ¿Quien como ellos?. Si estuvieran en la selva gozarían de libertad pero estarían expuestos a muchos peligros. Si hicieran todo ese ruido en su habitat llamarían la atencióninmediata de algún depredador que los incluiría en su menú del día.
El amor que sentía el dr. García por la vida animal le había llevado a estudiar la carrera de veterinaria, pero al estar en contacto continuo con los animales se dio cuenta que muchas veces el mal no era orgánico. La gran mayoría de los animales no lograban adaptarse a la vida en reclusión. Muchas actitudes en ellos llegaban acausarles heridas e incluso la muerte a largo plazo.
Recordaba el caso del elefante que constantemente se golpeaba contra la vivienda de concreto que se le había construido en su jaula. No le fue difícil al doctor García reconocer la falta de algún sistema que le permitiera al paquidermo canalizar su agresividad tan innata en él. En su mundo natural el elefante sobrevivía gracias a su gran fuerzay agresividad en cada aspecto de su vivir cotidiano. Para defenderse de cualquier posible depredador, alejar a un rival, someter a una hembra, era su fortaleza el factor determinante y hasta para comer a veces debía derribar un árbol usando su fuerza.
Se diseñó una caja de madera reforzada, dentro de la cual se colocaba la comida, debiendo el animal derribarla, hacerla rodar y golpearla hasta queuno de sus lados, preparado especialmente, colapsaba dejando el alimento a su alcance.
De esta manera la agresividad era canalizada hacia un objetivo, el conseguir la comida, con lo cual el elefante se desempeñaba el resto del día con toda normalidad.
Con los felinos cazadores como el león o el tigre la cosa fue algo más difícil. Se resistían a comer, cayendo en un estado deplorable de apatía ydebilidad que los conducía a morir en un lapso mediano de tiempo. La razón de este comportamiento, según pudo deducir el doctor García, era la inacción en que se les alimentaba, tan diferente de su entorno natural donde debían hacer gala de sus mejores condiciones físicas en la cacería. Aquí en cambio se les arrojaba un trozo de carne sin vida que no excitaba para nada sus instintos básicos.Entonces el problema debía atacarse por ese ángulo. El doctor garcía dio las disposiciones necesarias para que la carne que alimentaba a los felinos fuera envuelta en piel, introducida dentro de la jaula para jalarla con sogas haciendo que los grandes gatos la persiguieran por todos lados. Luego con palos forrados en las puntas los empleados del zoológico rechazaban las embestidas de los felinosdesatando unas verdaderas luchas hasta que se quedaran con el trofeo entre las fauces, dedicándose entonces a satisfacer su apetito.
Este método logró mejorar visiblemente la actitud de leones y tigres, se les veía más vivaces, con mucho mejor aspecto y definitivamente mejor alimentados.
Todas estas innovaciones presentadas por el doctor García no eran muy bien vistas al principio por los gerentes...