El cielo te espera
Narrador 2.- Y él mismo se respondía: Se parece a una tierra sedienta que interroga al cielo en espera de la lluvia.Narrador I.- Sí –pensó- el alma humana es un lamento que quiere subir al cielo.
Narrador 2.- En cierta ocasión, cuando asomaba la claridad creciente del amanecer y el flanco de la montañahabía pasado del violeta al rosa y del rosa al blanco inmaculado, se hallaban el Hermano Francisco y su entrañable compañero el Hermano León, arrodillados en la entrada de la sombría caverna que lesservía de refugio.
Hermano Francisco.- Sumo, glorioso Dios, ilumina las tinieblas de mi corazón
y dame fe recta, esperanza cierta y caridad perfecta, sentido y conocimiento, Señor,
para quecumpla tu santo y verdadero mandamiento.
Hermano León.- Hermano Francisco, debo irme, es tarde ya y quiero llegar al Pueblo más cercano antes de que anochezca.
Hermano Francisco.- Puedes partir,Hermano León, yo no saldré hoy de la gruta. Quiero rogar al Cielo, tengo mucho que decirle; ¿sabes? necesito que me de fuerzas porque hay un abismo ante mí; no sé ¿cómo puedo llegar a Dios?
HermanoLeón.- Lo que debes hacer es descansar, mañana tu corazón se habrá apaciguado.
Yo volveré en cuanto me sea posible.
Narrador I.- Una vez solo, se recostó boca abajo, con los brazos en cruz ybesó la tierra de esa gruta que amaba tanto.
Hermano francisco.- Sé, Padre del cielo, que tú estás en todas partes. Basta que levante una piedra para descubrirte, basta que me incline en un pozopara ver en él tu rostro, y cada gusano que miro tiene tu nombre grabado en el lomo, en el lugar mismo en que sus alas ya despuntan. Tú estás asimismo en esta caverna y en el sabor de tierra que tengoen los labios. Y Tú me ves y Tú me oyes, y Tú tienes piedad de mí.
Entonces, Padre Dios, escúchame. Anoche, en esta misma gruta, grité lleno de alegría: He hecho, Señor, cuanto me has ordenado, he...
Regístrate para leer el documento completo.