El Cielo y Los Zapatos

EL CIELO Y LOS ZAPATOS

Lucio tiene los pies grandes. Está ya acostumbrado a que le pregunten en diferentes tonos y con sonrisas casi siempre poco disimuladas: ¿qué número de zapatos tienes tú?También está un poco hasta las narices de esto. Pero él se siente bien con sus pies, con sus narices y con todo lo que le toca llevar siempre puesto para pasear por el mundo cuando se despierta cadamañana.

También está muy a gusto con esas ideas que brincan en su cabeza de aquí para allá continuamente, aunque a veces esos saltos en el pensamiento le agitan también el cuerpo y mueve rápidamente dearriba abajo la pierna derecha tocando el suelo tan sólo con la punta del pie como si quisiera correr. Correr a ninguna parte, porque, entre otras cosas, esto le ocurre casi siempre cuando estásentado.

Ahora está en un banco de la plaza, un poco tirado sobre sí mismo con los brazos extendidos sobre el respaldo y mirando a lo lejos, aunque hace ya un rato que no mira a ninguna parte porque seha perdido en sus pensamientos y su pierna derecha quiere correr. Espera a su amigo de siempre, Moro, y a Cristina. En realidad Moro se llama Dionisio, como su abuelo, pero todo el mundo le conoce porsu apellido. A Cristina la conoció hace apenas un año, en las fiestas. Cristina tiene quince años. Es la más joven, porque Lucio tiene ya dieciséis y Moro diecisiete. Ella los cumplirá el 31 dediciembre, pero para eso todavía queda el otoño entero.

Lucio ve con curiosidad el vuelo rápido de los vencejos que dan pequeños gritos mientras tachan el cielo vertiginosamente. También algo en suinterior quiere salir volando. ¡Cuánto cielo para viajar! A veces le dicen que debería estar más con los pies en el suelo. ¿Más? ¿No decíamos algo sobre unos pies grandes? Lucio sabe que pisa, pasea ybaila sobre un suelo que poco a poco va siendo suyo, pero pero también intuye que sus ideas deben volar. A nivel interior se crece en dos direcciones: hacia el cielo y hacia el suelo.
Moro llega muy...