El ciervo de color rojo
Pareja de estatuas vivientes en una plaza. En el transcurso de la escena se irá escuchando el sonido de monedas, momento en el que van a cambiar de posición.
HOMBRE: ¡Berp!
MUJER: ¡Héctor!
HOMBRE: Creo que fue el guiso. ¿Qué le pusiste?
MUJER: Lo de siempre.
HOMBRE: ¡Uuuuy, uuuuy!
MUJER: ¿Te duele?
HOMBRE: ¡Uuuuy!
MUJER: ¿El intestino?
HOMBRE: El estómago, losiento como una piedra.
MUJER: ¡Mi vida!
HOMBRE: ¿Marta, vos me querés envenenar a mí?
MUJER: ¿Qué decís?
HOMBRE: Nada.
Pausa. El HOMBRE se mantiene abstraído, canta para sí.
HOMBRE: “Mi héroe es la gran bestia pop / que enciende en sueños, la vigilia / y antes que cuente diez / dormirá / A brillar, mi amor / vamos a brillar, mi amor”...
MUJER: ¿Qué pasa, Héctor? ¿Qué cantás? Vos estás rarode nuevo, eso es lo que pasa. Prometiste que ibas a dejar el enduido plástico.
HOMBRE: ¡Hace un año que no me drogo, Marta! ¡Mejor, mira, callate, haceme el favor, nunca entendés nada! ¡Estoy harto, eso pasa!
MUJER: Puede ser la crisis de los 40.
HOMBRE: ¿Qué crisis de los 40? ¡Tengo 30, Marta!
MUJER: Es que en los hombres estatua se adelanta, lo leí en “Todo Ciencia”. Lo mismo que a lasmujeres, por ejemplo, la menopausia a nosotras nos llega a los 47 y dos meses. ¿Qué loco, no?
Pausa.
MUJER: Ves, es lo que yo digo, estás distraído, Héctor. ¿Cuándo yo hablo, vos me escuchás a mí?
HOMBRE: Te escucho.
MUJER: ¿Y?
HOMBRE: ¿Y qué? Te escucho. Te escucho y hablás pavadas, todo el santo día hablás pavadas. ¡Tenés el cerebro carcomido por el yeso, Marta! Y mientras vos habláspavadas, yo sufro. Anoche tuve otra pesadilla.
MUJER: ¿Otra más?
HOMBRE: Esta fue horrible. Conseguía trabajo en el Museo de Bellas Artes, iba a una entrevista, un chabón me hacía un test, después tenía que pasar a un depósito donde unos tipos me explicaban que tenían que serrucharme los brazos y la cabeza. Yo les decía que no, pedía a los gritos hablar con el responsable. ¡Me voy, les gritaba,renuncio! Pero los tipos eran una especie de enfermos sádicos, me ataban a una de esas cintas corredizas donde ya estaba prendida una sierra eléctrica.
MUJER: ¡Ay, virgen santa!
HOMBRE: Justo ahí me desperté.
MUJER: Qué espanto, Héctor, el mismo sueño de papá, lo que pasa que a él le terminaron cortando las piernas de verdad, por la diabetes. ¿Mi vida, por qué se te ocurren cosas tan feas?
HOMBRE:¡Culpa tuya!
MUJER: ¿Por?
HOMBRE: Porque estoy harto de esta vida.
MUJER: ¿Vamos a empezar de nuevo?
HOMBRE: Es que es así, yo era un tipo lleno de proyectos, capacitado para todo.
MUJER: Ya lo sé, mi amor.
HOMBRE: Pude haber sido bailarín, me sabía todos los pasos de “Fiebre de sábado por la noche”. Pude haber ganado los cien metros llanos.
MUJER: Ya lo sé.
HOMBRE: Pude haber sido piloto detrasbordador, personal trainer (canta) “Aquí llegó Balá / ya llegó, ya llegó”, pude haber sido Carlitos Balá.
MUJER: Ya lo sé.
HOMBRE: ¡Ya lo sé, ya lo sé, lo único que se te ocurre decir! Te odio, Marta, a veces no consigo entender qué hago al lado tuyo. No sé, siento, siento...
MUJER (ansiosa): ¿Qué sentís, qué, qué?
HOMBRE: La vida, Marta, la vida...
MUJER: ¿La vida, la vida?...
HOMBRE:Como estática.
MUJER: Es que sos un soñador. Tenés que entender que para los hombres y las mujeres estatuas hay cosas que nos están vedadas.
HOMBRE (reaccionando): ¿Ah sí, a ver, a ver, qué está vedado para mí?
MUJER: El paracaidismo.
HOMBRE (piensa): El paracaidismo, puede ser.
MUJER: La natación.
HOMBRE: ¿La natación? ¿Por qué la natación?
MUJER: Acordate en el club cuando tuvieron quesacarte del fondo de la pileta con una grúa.
HOMBRE: Porque me dio un calambre.
MUJER: ¡No fue un calambre, Héctor!
HOMBRE: ¡Sí fue un calambre! Bah, no pienso discutir, vos enredas todo con palabras. Me querés confundir.
MUJER: Yo no quiero confundirte, tenés miedo a tus sentimientos, eso es lo que pasa, mi amor. Por qué no reconocés que naciste para esto (ingenua) Acordate cuando éramos...
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