El cine venezolano dentro y fuera de la revolución bolivariana
El cine venezolano dentro y fuera de la Revolución Bolivariana
Iván H. Jiménez-Williams
United Arab Emirates University
Prepared for delivery at the 2009 Congress of the Latin American Studies Association, Rio de Janeiro, Brazil June 11-14, 2009.
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El cine venezolano dentro y fuera de la Revolución Bolivariana El cine en Venezuela está bajo la tutela de la RevoluciónBolivariana y, a su vez, ocurre como manifestación independiente. Román Chalbaud produjo en 2005 El Caracazo, película testimonio del estallido social de febrero de 1989. Ese mismo año apareció la película Secuestro Express, producción independiente que muestra la profunda inseguridad personal en Venezuela. Sea cine independiente o financiado por el gobierno, cabe preguntarse, ¿de qué forma se estáplanteando la desigualdad social en el país? Venezuela ha sido tradicionalmente un país de notorio contraste social y a eso hay que añadir que está entre los países de mayor criminalidad e inseguridad personal en el mundo. Según algunos datos parece ser el país de mayor violencia hoy en día (Gómez 2008). Sin embargo, no hay que descartar la posibilidad de que Venezuela está viviendo una verdaderarevolución que, como en toda revolución, tiene una polarización social tremenda y, a la vez, una alta tasa de criminalidad. Justamente Gregory Wilpert en su libro Changing Venezuela by Taking Power analiza las razones por las cuales el modelo chavista se ha radicalizado como respuesta a los ataques diarios llevados a cabo por la oposición, sea por su oposición inicial a la reforma agraria, su víaanti-democrática por medio de un golpe de estado, su dependencia económica y lealtad incondicional hacia la Casa Blanca y el neo-liberalismo, su sabotaje de la industria petrolera, su uso de la desinformación mediática, sus tácticas de acaparamiento para crear desabastecimiento de alimentos y productos de uso diario, y tantas otras formas con que se presenta la contra-revolución (2007). En mediode toda esa inestabilidad política y social el cine venezolano ha crecido como nunca antes durante los diez años de gobierno del Presidente Hugo Chávez Frías. Aunque el cine venezolano data desde 1897 con dos producciones estrenadas en el Teatro Baralt de Maracaibo, no es hasta los años cincuenta que empieza a engendrarse un cine nacional y universal como fueron la película La Balandra Isabel llegóesta tarde, de Carlos Hugo Christensen, coproducción argentino-venezolana de 1949, que ganó el premio por mejor fotografía en el Festival Internacional de Cine de Cannes en 1951, y la película Araya de Margot Benacerraf, que en 1959 compartió el Premio de la Crítica en el Festival de Cannes junto a la película francesa Hiroshima, Mon Amour, de Alain Resnais (Hernández 2006). A partir de 1973 conla película Cuando quiero llorar, no lloro, de Mauricio Walerstein, basada en la novela homónima de Miguel Otero Silva, comienza el boom del llamado Nuevo Cine Venezolano. La corriente social se hace palpable durante los años setenta y entre sus mayores exponentes también están Román Chalbaud, principalmente con la película El Pez Que Fuma, y Clemente de la Cerda con Soy un Delincuente (1997,76-78). Esta corriente se mantuvo viva durante gran parte de los años ochenta, pero la crisis financiera de esa década inevitablemente resultó en una disminución del cine venezolano sin así eliminar la calidad y la proyección internacional de algunas de sus películas, entre las que se cuentan: Oriana (1984) de Fina Torres, Sicario (1994) de José Ramón Novoa, y Huelepega, ley de la calle (1999) de EliaSchneider.(2001, 105). Se puede hablar de un cine venezolano nutrido mayormente por una vertiente de índole social, pero también se destaca la histórica y la histórico-testimonial con la que en muchas ocasiones se yuxtapone. En 2000 aparece Manuela Sáenz, la Libertadora del Libertador, del cineasta Diego Rísquez, película con éxito de taquilla que habrá de iniciar el cambio de siglo con
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