El cine y la escuela en la era de la sospecha

El cine y la escuela en la era de la sospecha
En 1928 Charles Chaplin estrena “El circo”. En una escena memorable Chaplin se mete en la jaula de un león de circo. El león y el cómico coexistían en un espacio-tiempo común, y la comicidad de la escena tenía un extra interesante: el registro documental, fundado en la veracidad del encuentro entre el hombre y el animal. Credulidad doble: lasituación humorística se valía de la desesperación del vagabundo y de la confianza de Chaplin en los buenos modales y el profesionalismo de la fiera.
A menos de 100 años de ese episodio, Ang Lee en su film “Una aventura extraordinaria” (Life of Py, 2012), vuelve sobre el tema, aunque ya no en clave cómica sino existencial. Parker, el famoso tigre digital, convive en una balsa con el protagonista indiodel film.
El león era real y Chaplin comparte con él, el mismo plano. Parker, en cambio es una criatura de un absoluto no lugar, a pesar de su visibilidad. El tigre de Lee sólo existe como efecto visual de una realidad constituida por bits de información.
El corolario es obvio: la credibilidad y la naturaleza de las imágenes son puestas en discusión. En otros términos: la supuesta voluntad deverdad de las imágenes ya no puede contar con la tradicional garantía de una transacción primordial entre luz y objetos y sujetos. La evidencia física del cine es cosa del pasado. Una imagen del siglo XXI nace impregnada de una sospecha general que reside ahora incluso en su propia génesis.
Ángel Quintana, crítico de cine español, reflexiona sobre la verdad de la imagen “Encontramos una imagen que secrea, que se manipula, pero ya no sabemos cuál es el origen de esto. Entre la imagen y su copia ya no hay diferencias; todas las imágenes circulan con la misma calidad y con la misma intensidad. Hay una verdad de las imágenes que ha caído. En esta época, la falta de verdad lo contagia todo, llega a todos los ámbitos”1.
Las posibilidades de manipular la imagen por medio de ciertos artilugios(montaje y efectos especiales) se dio prácticamente desde los orígenes del cine, sin embargo se mantenía cierta fidelidad mecánica frente a lo real. Hoy, la constitución intrínseca de una imagen ha cambiado. En esta nueva era, la era de la sospecha, la imagen ya no refleja el mundo sino que se propone como enunciación y sistema de visibilidad.


El circo (1928)
Una historia extraordinaria (2012)Parker se configura así como un ícono de los cambios hacia al interior del mundo de la imagen que involucra no solo transformaciones (también contradicciones) en sus procesos de producción, también en sus políticas de exhibición y distribución, en las multi-interfaces de acceso que modifican las formas de ver y consumir y en el fenómeno de la coexistencia dialéctica de imágenes profesionales conimágenes amateurs. Todo aquello que Ángel Quintana menciona como cambios en la iconosfera “En este momento hay una especie de explosión de pantallas, hay una multiplicidad de imágenes y también un retorno a lo doméstico, que tiene que ver con una gran metamorfosis vinculada a la irrupción de lo digital. No sólo porque se hacen películas en formato digital sino porque el ordenador se ha convertidoen el centro de nuestra cultura. Esta explosión es la que nos obliga a revisar la historia, y lo actual… Todos esos territorios tendrán que reformularse.”2
En el marco de estas transformaciones el mundo de la imagen irrumpe hoy en el mundo escolar de una manera particular. Escuela e imagen vienen sosteniendo una dinámica: educación sospechosa – cine sospechado y la escuela, sin miras a modificarsu acercamiento al cine, insiste en someter la imagen a procesos casi exclusivos de discernimiento o desocultamiento. Al respecto Inés Dussel reflexiona “tengo la hipótesis que hoy hay que moverse más allá de la crítica, o en todo caso correrse de la crítica como cliché, como “lugar fácil y sabido”, y pensar de qué formas se construye el lugar del espectador y su relación con los discursos de...