El Cinematógrafo en la Zalamea Republicana

El cinematógrafo en la Zalamea de los años 30.
Por: Carlos Domínguez González
Tras la apertura del Salón Ruiz Tatay, en 1933, la oferta de entretenimiento y ocio cultural en Zalamea mejoróconsiderablemente. El moderno local ofrecía un aforo más adecuado a las necesidades de la población y fue proyectado como un espacio multiusos donde poder combinar diversos espectáculos. De entre todosellos destacó el cinematógrafo por el gran interés que despertó entre los espectadores y por ser uno de los más populares. El público zalameño de la época estaba acostumbrado a los espectáculoscolectivos: toros, teatro, bailes, conciertos, etc. y, aunque también conocía el cine desde hacía tiempo, se aficionó rápida y masivamente a esta novedosa forma de distracción.
Por aquellas fechas lasexhibiciones cinematográficas estaban reguladas por la R.O. de 20 de febrero de 1924 del Ministerio de la Gobernación que prohibía el manejo de aparatos de proyección en locales y espacios públicos sin elpreceptivo “Carnet de Operador de Cinematógrafo” y establecía para ello los conocimientos técnicos necesarios para su obtención. La medida disponía a su vez la convocatoria de exámenes oficiales deaptitud que debían superar los aspirantes para la obtención del citado carnet, requisito necesario para poder ejercer el oficio de proyeccionista. Con ello la Administración no sólo pretendía regularizarla figura del operador de cabina sino también prevenir un riesgo frecuente en la época: los incendios en las salas de cine, accidentes que ocurrían con cierta frecuencia por el tipo de materialinflamable que se utilizaba y que incluso habían causado víctimas mortales entre los espectadores.
En lo que respecta a Huelva y su provincia una de aquellas convocatorias se realizó el 26 de marzo de1934 y uno de los aspirantes que aprobaron fue D. Manuel Florencio Macareno, natural de Barrancos (Portugal), jefe electricista en la Compañía de Minas de Riotinto, casado y vecino de Zalamea, el cual...