el circo de la mariposa
un cuento con final feliz que, sin embargo, se agradece en estos tiempos donde
la narración está al servicio de laespectacularidad de las imágenes y no al contrario.
Además, bastantes calamidades se están produciendo en el mundo. Un poco de alegría
y de esperanza no vienen nunca mal.
Todo esto se puedeapreciar en el premiado corto El circo de la mariposa, una emotiva
historia de superación personal y de búsqueda del propio lugar en el mundo.
Con una ambientación admirable, su inicio nos recuerda a lapelícula de
Tod Browning, Freaks, que describe cruelmente el mundo de los “fenómenos” de feria.
También presenta similitudes con El hombre elefante, de David Lynch. Sin embargo,
el protagonistade este corto no es Joseph Merrick, aunque comparta con
este personaje su gran humanidad. “Yo no soy un monstruo... Soy un ser humano...
Soy un hombre”, explotaba en una memorable secuencia de lapelícula. Will, en cambio,
asume su soledad y la maldad de los hombres con una resignada indiferencia, hasta que
descubre que hay “otros” circos: el circo de la mariposa del señor Méndez.
Allídescubrirá el valor de todo ser humano, incluso el suyo propio.
Todo ser humano es irrepetible y se siente llamado a realizar una tarea que es la suya.
En esto consiste el ser persona. Laformulación kantiana del imperativo categórico que
exige obrar «de modo que uses la humanidad, tanto en tu persona como en la persona
de cualquier otro, siempre como un fin y no meramente como un medio»,es un
reconocimiento de la dignidad privativa de todo ser humano, que, por otro lado,
nunca es un ser aislado. En el análisis de uno mismo, se encuentran los propios
deseos, las propiasvoluntades y las propias esperanzas; sin embargo, el ser humano
es no sólo lo que él hace de sí mismo, sino también lo que los demás le han hecho.
Por eso, toda soledad está acompañada, aunque sea de...
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