El CIrculo

Círculo
por Gabriel Caicedo
Gabriel Caicedo es venezolano, trotamundos tanto de Venezuela como de Internet. No se imaginan lo que me costó encontrarle después de estos meses de una involuntariademora en la edición del Necronomicón, tiempo dedicado a una sesuda ponderación de las virtudes literarias del proyecto que tenía entre manos y ahora ustedes tienen frente a sus ojos. Me sentía con lacuriosidad de Holmes o quizás más apropiadamente con el cinismo de Marlowe, mientras indagaba bajo las corrientes de unos y ceros el paradero de Gabriel. Lo encontré una noche de febrero sentado bajoel reflejo cambiante de su monitor, pensando en viejas supersticiones, antiguos agüeros que aún perviven en nuestra moderna y materialista sociedad informatizada.
Gabriel es analista de sistemas deinformación. Le gusta escribir poesía y prosa. Es fanático del anime, la Ciencia Ficción, el terror y otras especies que medran en nuestro subconsciente. En Círculo, Gabriel explora la redundancia delas religiones y demás asociaciones místicas. Es un relato de iniciación, ascenso y muerte.
 
Caminaba rápidamente para cumplir con la hora de reunión. Continuamente el miedo y la aprehensión leobligaban a mirar atrás y buscar en las sombras las figuras de los que buscan y matan en la noche sin justificación. Pero recordaba por qué estaba en esta fuga, y por qué no era en realidad eso, sino másbien una obra divina de redención. El mundo le requería, le exigía, perder el miedo y los escrúpulos, para detener el círculo de los que matan en la noche sin luna.
Al llegar a la puerta fue aceptadosin preguntas… él era uno de los encargados, los siete inmaculados. Aún cuando no sentía ninguna exaltación por ello, intuía la importancia de la purificación de tres. Y no sentía remordimiento pornada de lo que debía de hacer, ni pudor por lo que había de saber.
Tres, tres letras por inmaculado, tres nombres personales, secretos y no revelados. Tres hombres por hombre para una purificación...