El cisne negro
En su estructura dramática, lapelícula propone un paralelo entre obra y vida personal: así como en el ballet de Tchaikovsky un hechizo transforma a la princesa Odette en un cisne, Nina vive su propia metamorfosis, una suerte de neurosisparanoica asociada a sus inseguridades que se traducen en alucinaciones, pánico y violencia.
Esta idea parece ser el punto de intersección de varias constantes del cine de Aronofsky con suspersonajes obsesionados por una causa que puede detonar un descalabro personal. Ocurría con el matemático de Pi, fe en el caos y con los tres personajes llamados Tom de la fallida La fuente de la vida.Además, el cuerpo de Nina, tal como el de Ramzinski en El luchador, es el escenario definitivo del delirio, el territorio físico, vulnerable y sangrante, donde estos seres pagan por su ceguera o inmadurez.Esa intersección colinda tambien con otras películas. Recuerda a Catherine Deneuve, la chica virginal y desconcentrada que, confinada en su represión sexual, era consumida por las alucinaciones enRepulsión de Polanski. Y su demencia temporal ante el vacío del escenario es comparable al miedo escénico que ahogaba en alcohol Gena Rowlands en Opening night de Cassavetes.
Angustia, paranoia,sublimación sexual, alucinaciones y obsesión ante el acto artístico. Estos cruces pueden explicar la sensación de estar observando algo sublime. A eso se agrega la belleza de los encuadres de Aronofskyy Matthew Libatique, su fotógrafo habitual, y la intensidad de las miradas de Natalie Portman. Pero no es solo eso: esta es la aventura de un director con la ambición de subirse al carro de los...
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