el ciudadano como administrado
Ciudadano es “aquel miembro de una comunidad a quien se otorgan derechos y libertades que, recíprocamente, se encuentra obligado al cumplimiento de deberes para con la comunidad”.
Hemos de remontarnos al siglo XVIII y observar la situación en la que se encontraba el individuo frente a quien gestionaba los asuntos públicos para así ver laevolución de la posición del ciudadano hasta ser titular de derechos frente a la Administración, como ha pasado de ser súbdito a ser ciudadano.
Esta situación la debemos plantear desde un punto de vista político y desde un punto de vista jurídico.
Desde la perspectiva política, sabemos que el Antiguo Régimen se caracterizó por la monopolización absoluta del poder político por el monarca:
Lafuente de los poderes políticos emana directa e inapelablemente del Rey.
La legitimidad del sistema era típicamente hacia abajo, en sentido descendente, en épocas desde Dios y a través del Rey, pero, desde luego, y en todo caso, desde el Rey.
Eso hacía que la actividad política no tuviera otro sujeto activo que el monarca, que era su creador; en ningún caso nadie que no fuera el monarca, al menosen teoría, podría participar en la adopción de medidas políticas, pues la toma de las mismas no correspondía más que al Rey. La política tenía un sujeto creador, los demás eran meros súbditos, meros padecedores de la misma, no había prácticamente ningún procedimiento participativo por el que se apuntaran atisbos de la legitimidad desde abajo: había súbditos, no ciudadanos.
Desde la ópticajurídica no se nos ofrece ninguna visión distinta:
No existía una declaración con eficacia jurídica de los derechos del individuo frente al poder, no cabiendo, por tanto, la consideración de aquél como ciudadano con derechos.
Además las relaciones o contactos materiales entre Administración y administrados carecían y eran inimaginables como sometidos al condicionamiento normativo, precisamenteporque no había Estado de Derecho, porque el poder, teóricamente, al menos, se hallaba por encima de toda regla positiva preestablecida, las leyes vinculaban a los particulares pero no al Estado.
Esto implica que, aún en el hipotético caso de que pudiera hablarse de una Administración en sentido impropio en el Antiguo Régimen, es innegable que la idea del administrado le fue desconocida, puesto queésta requiere la existencia de una juridificación en el actuar de la AP, resultante destacado de la cuál es la relación jurídica administrativa y el estatuto jurídico del administrado donde poder defender sus derechos. La realidad era que las relaciones entre AP y administrado eran relaciones de poder.
Con la Revolución Francesa va a aparecer el administrado en la esfera política, ya que trajoconsigo un notable cambio en este terreno. La humanidad va a presenciar por primera vez el intento de poner en práctica, con mayor o menor intensidad, según los momentos, el sistema de legitimidad desde abajo.
El individuo como último punto de referencia a partir del que se construye la legitimidad democrática y participativa se constituirá como auténtico sujeto de la política, desechando suominoso papel de súbdito. Nos adentramos en la época del ciudadano que suplanta al súbdito, y que es sujeto de derechos y obligaciones políticas; en otras palabras, es auténtico sujeto político. SERRANO GUIRADO dice al respecto que el paso del “estado de súbdito” al “estado de ciudadano” supuso una profunda transformación en la historia de las ideas y en la estructura de las instituciones políticas:
El súbdito, en principio, se encontraba en situación de sumisión absoluta al poder público, no gozaba como tal de garantía alguna para lo que hoy llamamos “libertades fundamentales”; no podía oponer esferas propias a la acción de aquél y, por último, no contribuía a la formación del poder público ni directa ni indirectamente,
Por el contrario, el ciudadano tiene reconocida su personalidad...
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