El Club De Los Emperadores
Hundert lo tiene claro: no sólo enseña una asignatura; ante él haypersonas, jóvenes, con toda una vida por delante, que en el futuro ocuparán posiciones importantes en la sociedad. Y tiene que moldear su carácter, ayudarles a forjar su personalidad. Pero ese curso se va aencontrar con un alumno problemático, que llega con el curso ya empezado. Se trata de Sedgewick Bell, hijo de un senador. Un chaval muy listo, pero que va a lo suyo, y sometido a una enorme presiónpor parte de su padre, quien no se ocupa mucho de él, pero que sí desea su triunfo social.
Una película rica y sugerente, muy atractiva para los que se dedican a la enseñanza. Muestra con aires defábula a un personaje, muy bien encarnado por Kevin Kline, con innegable vocación para la enseñanza. Pero que también tiene sus debilidades. ¿Quién no pecaría en un momento dado de injusto, alobservar que su pupilo díscolo por fin empieza a tomarse interés por las cosas? Y a pesar de todo, su sentido de la justicia emerge cuando se rompen las reglas del juego. Ocurre en las emocionantes escenasdel concurso de los emperadores.
Michael Hoffman (Escándalo en el plató, Un día inolvidable) maneja bien el guión de Neil Tolkin, adaptación de un relato breve de Ethan Canin, "El ladrón de...
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