el club de los olvidados

El club de los olvidados























Por Héctor Marat


























1.- De donde estoy y no soy.

Al poner los pies sobre tierra, recorro con la vista el horizonte rojizo, por largo rato observo también a las gaviotas que en parvada desaparecen bajo el gran manto de luz roja que baña el sol en el horizonte. Observo.Observo hasta que se me entumecen los ojos. ¿Dónde estás?- escucho que me preguntan, ahora puedo ver el sol sin que me lastime los ojos, es naranja rojizo, el calor poco a poco va decreciendo,-¿Dónde estás?-, me vuelven a preguntar nuevamente, sin saber a ciencia cierta quien es el que pregunta, tal ves sea yo mismo pienso, pero no, no es mi voz. Pienso en esa vieja canción: a saucerful of secrets.¿He venido hasta aquí solo para pensar en esa canción?

-donde estas-, digo sin saber si lo que dije fue una pregunta o una afirmación, respuesta o algo. No hay respuesta a las palabras últimas que ha salido de mi boca. -¿Dónde estás?- creo yo no estar solo, no le doy importancia alguna. El calor de la tarde va decreciendo, se siente en la piel el leve frío.-estoy aquí- respondo al que hacerato me preguntaba, no obtengo respuesta, miro el horizonte ya casi en penumbras, mi voz que salió de mi garganta le he escuchado muy lejos.














2
Recién recibí de mi viejo amigo, Andrés un ejemplar reditado de la libro póstumo de Eliseo, el club de los olvidados, libro escrito por Eliseo en el sanatorio mental de San Buenaventura, él pasó los últimos años de su vidarecluido en el sanatorio, como terapia se la había permitido escribir, y él así lo hizo hasta el final de su existencia. Nunca imagino que lo que escribió se volviese tan popular entre la juventud de ahora, sus escritos ahora son un hito, y por su parte Eliseo es ya considerado un escritor de culto, respetado por la juventud actual, y un mito, escritor fantasma. No todos saben que hace poco más de diezaños que Eliseo murió en aquel sanatorio. Alrededor se su obra y de su imagen se han gestado infinidad de historias, desde la que dice que él se encuentra dando catedra en la Universidad y que en verdad tiene otro nombre, hasta la que recién escuché en un café en el centro de la ciudad una persona de las dos que se encontraban ahí le dijo que el autor de ese libro había tomado el lugar de Salingeren las letras este país (el Salinger mexicano, así termino por decir el hombre que hablaba), es decir que vivía como ermitaño en su casa en las afueras de la ciudad, alejado de la prensa y de la vida pública. La persona a quien yo había escuchado decir esto era una persona de mi edad, y se lo decía tal vez a su hija pues era mucho menor que el y se parecían en los rostros, se encontraba al ladode la mesa de donde yo estaba tomando café, absurdamente pensaba yo en Salinger cuando la persona decía estas palabras. Eliseo no es ni fue Salinger aunque debo decir el escritor estadounidense fue junto con Michaux los ídolos morales de toda su vida de mi muerto amigo.

El club de los olvidados fue reditado el año pasado por Andrés Arzate amigo mio y también de Eliseo, amigos siempre desde lajuventud, al recibir el ejemplar también recibí una nota de mi amigo la cual decía: -parece que Eliseo no estaba lejos de la realidad futura en la cual nos encontramos ahora; haz una comparación de nuestra lejana juventud y nuestra vejez presente, recibe un abrazo y mis mas sinceros saludos para ti y para tu esposa-. Al mostrarle el libro y la nota a mi esposa ella sonrió casi en tono de enojodiciendo: -dejen ya de tratar de levantar a los muertos, pobre de Eliseo él no es Lázaro, ni ustedes Jesucristo (sic). Su reacción no fue la que yo esperaba pero tampoco estuve en desacuerdo con sus palabras, no del todo comparto sus ni para pedirle que opine acerca de la literatura moderna, ni mucho menos se acercarán los nuevos escritores para pedirle que revise sus novelas, poemas o ensayos. Ya...