El compadre emiliano
Por Herlinda Barrientos Velasco
Justificación
Al desear participar en el concurso "Salvador Azuela" con mis memorias sobre los acontecimientos que referiré, he pedido a una de mis hijas y a una de mis nietas que los captaran conforme fueran afluyendo a mi memoria, los ordenaran, escribieran y presentaran a mi nombre. Deseo, pues, se tome en cuenta que este relato esproducto de la evocación de los primeros años de mi niñez.
Introducción
Los sucesos que a continuación referiré son producto de mi observación directa y participación vivencial en ellos, ya que las circunstancias que describo se produjeron durante una época de mi vida que me hace recordarlos -a pesar de que ahora tengo más de ochenta años- con la naturalidad y la claridad de la niña que fui cuandoesto ocurrió y contaba solamente con ocho o nueve años de edad.
La narración que sigue se refiere en primer lugar al trato amistoso que tuvieron mi padre, don Laureano Barrientos, y el señor don Emiliano Zapata al ser compañeros de trabajo en la misma hacienda en tiempos previos a los acontecimientos revolucionarios; en segundo lugar, a cómo llegaron mis padres a encompadrar con el señor Zapata yla manera como él y su esposa Inesita nos acogieron en el seno de su familia a la muerte de mi padre ocasionada, quizás, por uno de los primeros hechos de armas que preludiaron a la Revolución Mexicana, sucedido en una emboscada en el Puente de Calderón en la cual pudieron haber resultado muertos don Emiliano y mi padre de no ser por su habilidad con los caballos y la forma en que posiblemente sedefendieron aun cuando los tiros de bala que recibió mi padre, uno de los cuales -como expreso en la narración- fue el que le costó la vida.
Nuestra convivencia con la familia de don Emiliano Zapata fue en mi infancia, una época que marcó de manera muy especial tanto mi personalidad como mi memoria, ya que ha quedado plasmada en mí de tal forma que no me ha sido difícil evocar a las personas,lugares, costumbres, hechos y situaciones vividas.
Al pasar el tiempo he llegado a considerar que, dados los acontecimientos, es posible que el señor Zapata, al saber muerto a mi padre como consecuencia de la emboscada en la que quizás él mismo hubiera podido perder la vida, se decidiera a acogernos, pero también debo reconocer que el compadre actuaba movido por su nobleza de espíritu y su grancalidad humana, la cual nos permitió salir adelante a mi madre, a mis dos hermanitos -la más pequeña de los cuales era su ahijada- y a mí durante más o menos dos años en que convivimos con su familia en su casa, trabajando, compartiendo y disfrutando de su ambiente familiar.
La hacienda de Atlihuayán
Hacia el año de 1907 mi padre don Laureano Barrientos y don Emiliano Zapata eran compañeros de trabajoy amigos en la hacienda de Atlihuayán, en el estado de Morelos, desempeñándose como caballerangos. Dicha hacienda era propiedad de unos españoles apellidados Landa y Escandón.
Fuera de su jornada de trabajo, en algunas ocasiones mi padre y don Emiliano, junto con otros compañeros, iban a capturar caballos cerreros, los cuales después amansaban hasta hacerlos, como ellos decían, "de rienda" o "desilla"; posteriormente los vendían y distribuían entre ellos las ganancias que tal actividad les producía. De esta manera, entre trabajo y labores campiranas que desarrollaban tanto los hombres como las mujeres, transcurría el tiempo y, en ciertas épocas (que ahora no podría yo precisar por contar entonces con escasos seis o siete años de edad), en unos días muy bonitos por las condicionesclimáticas y la época del año, se ejecutaban en la hacienda unas maniobras de trabajo que constituían todo un rito: la convivencia general de todos los trabajadores y sus familias en torno al marcado del ganado con hierro candente. Previamente hacían saber a todos los hombres de la hacienda y lugares aledaños la realización de dicha actividad para que se reunieran en una fecha señalada de antemano....
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