El concepto de verdad en el pragmatismo clásico

Universidad Nacional del Litoral – Facultad de Humanidades y Ciencias
Materia: Historia de la Filosofía Contemporánea
Profesor: Federico Penelas
Alumno: Santiago Santillán
Santa Fe, 15/11/1010

El concepto de verdad en el Pragmatismo Clásico

El pragmatismo puede pensarse como una oposición a los intentos de fundamentar una teoría del conocimiento en verdades absolutas, leyes lógicasinmutables o juicios a priori. Por lo tanto, escapa a cualquier aproximación metafísica al problema de la verdad.
El concepto de verdad que se observa en el pragmatismo clásico pareciera responder a la teoría de la evolución darwiniana, en tanto interpreta la verdad como herramienta que nos ayuda a adaptarnos al medio y a sobrevivir. Además de ser un proceso que va él mismo evolucionando.También podríamos reconocer en el pragmatismo la influencia del convencionalismo que entiende la ciencia como una construcción y reconoce la historicidad de la verdad.
Falibilista y antifundacionista, la teoría de la verdad pragmatista presenta una alternativa a la concepción más extendida de verdad: la de verdad por adecuación, en virtud de la cual una proposición es verdadera si secorresponde con un estado de cosas. Mejor dicho: si bien el pragmatismo va a mantener esta formulación de la definición de verdad, va a entender de manera muy distinta los términos que la componen.

Así, el pragmatismo de Pierce aún va a reconocer la verdad como adecuación, pero lo que se adecua ya no es el pensamiento con la realidad (no se trata de una teoría del conocimiento representacionista,en la que existe el mundo y copias mentales- lingüísticas del mismo). Una creencia es verdadera si es eficaz ¿cuándo una creencia es eficaz? Cuando resuelve la carencia de una pauta de acción para responder a las exigencias del medio. Fiel a su nombre, el pragmatismo pone énfasis en los efectos prácticos del pensar, que consisten en transportarnos de un estado de duda a un estado de creencias.Las creencias son para Peirce hábitos que nos ayudan a elegir un curso de acción adecuado a las condiciones y determinaciones del medio. Estos condicionamientos imponen la necesidad de actuar, pero no nos exige el cumplimiento de una acción concreta, el imperativo es indeterminado. Esta indeterminación de la acción constituye un estado de duda, estado que es indeseable y por lo tanto debe serreemplazado por un estado de creencia. En un estado de creencia se tiene una respuesta conductual adecuada para cada estímulo exterior del medio.
El acto de fijar creencias consiste en construir hábitos que nos permitan relacionar un estímulo del medio exterior con una acción que produzca un efecto deseable. La creencia es entonces la manifestación de un tipo de actividad, fijaciones de pautasestables de conducta mediante la interpretación simbólica de la experiencia.
Las herramientas simbólicas con las que contamos para interpretar el medio y las operaciones que llevamos a cabo para hacerlo evolucionan en miras a una mayor eficacia en la fijación de creencias.
De esto se desprende una concepción de las creencias contingente, que no responde a ningún tipo de necesidad oaprioricidad. Ni siquiera las verdades universales de la lógica escapan a esta contingencia. Si bien no son contingentes, no se trata de leyes inmutables y eternas que se presentan como autoevidentes a todo ser racional, inviolables e independientes de la experiencia. Más bien, el pensamiento selecciona el método lógico, con sus reglas de inferencia y sus tablas de verdad, de manera contingente.Entonces no es que la lógica se reduzca a un método empírico, pero sí tiene que responder a la experiencia y a la utilidad.
Hasta aquí podemos ver que la verdad no es una propiedad de las creencias. Que éstas se validan por su eficacia, y que por su carácter práctico no se adecuan a un estado de cosas fijo sino que lo modifican. Pero ¿y los conceptos? ¿No es una correspondencia concepto/mundo...