El conde de montecristo
Se revela que elanterior capitán, Leclére, que era un acérrimo defensor del ahora exiliado Emperador Napoleón, encomendó a Dantès en su lecho de muerte que entregara un paquete algran mariscal Maréchal Bertrand, que se encontraba exiliado en la isla de Elba. Durante su visita, habló con el propio Napoleón, que le pidió que entregara unacarta confidencial a un hombre en París.
Sin embargo, el inocente Dantès no se da cuenta de cómo afecta su fortuna a los que él considera sus amigos.Danglars, el jefe de cargamento que envidia la promoción de Edmond, y Fernand, que ama a Mercédès, pretenden acusar a Edmond como agente bonapartista; es enviadoal procurador y magistrado Villefort. Aunque Villefort se convence enseguida de la inocencia de Edmond y está a punto de dejarlo en libertad, descubre que eldestinatario no es otro que su propio padre, Noirtier, un importante bonapartista. Sin embargo, el hijo ha denunciado a su padre para mejorar sus relaciones conel actual régimen realista, y un resurgimiento de las especulaciones sobre su verdadera lealtad podría dañar irrevocablemente su carrera y evitar su inminenteboda con una conocida familia aristócrata. Para enterrar este secreto, Villefort envía a Edmond a pudrirse indefinidamente en el infame Castillo de If.
Regístrate para leer el documento completo.