El Conejo De La Luna
Quetzalcóatl, el dios grande y bueno, se fue a viajar una vez por el mundo en figura de hombre. Como había caminado todo un día, a la caída de la tarde se sintió fatigado y con hambre. Pero todavía siguió caminando, caminando, hasta que las estrellas comenzaron a brillar y la luna se asomó a la ventana de los cielos. Entonces se sentó a la orilla del camino, y estaba allídescansando, cuando vio a un conejito que había salido a cenar.
-¿Qué estás comiendo?, - le preguntó.
-Estoy comiendo zacate. ¿Quieres un poco?
-Gracias, pero yo no como zacate.
-¿Qué vas a hacer entonces?
-Morirme tal vez de hambre y de sed.
El conejito se acercó a Quetzalcóatl y le dijo;
-Mira, yo no soy más que un conejito, pero si tienes hambre, cómeme, estoy aquí.
Entonces el diosacarició al conejito y le dijo:
-Tú no serás más que un conejito, pero todo el mundo, para siempre, se ha de acordar de ti.
Y lo levantó alto, muy alto, hasta la luna, donde quedó estampada la figura del conejo. Después el dios lo bajó a la tierra y le dijo:
-Ahí tienes tu retrato en luz, para todos los hombres y para todos los tiempos.
¿Por qué loconejo tienen las orejas tan largas?
Voy a contarles algo que sucedió hace ya mucho, mucho tiempo, cuando las orejas de los conejos no eran tan largas como las que ahora tienen.
Una tarde, un conejo comía granos en un campo de trigo. Iba distraído, sin ocuparse de otra cosa que no fuera masticar y masticar lo más rápidamente posible, cuando oyó que dos ratas platicaban en voz baja.
Unadecía:
− ¡Qué buena suerte tengo! He encontrado una cueva llena de trigo, de un trigo grande, dorado, como si lo hubieran escogido para que yo lo encontrara.
−Pues sí que es buena suerte, porque los conejos escogen lo mejor del trigo para comérselo y para llevarlo a sus bodegas.− comentaba la otra rata.
El conejo oyó parte de la conversación, y especialmente lo que decían de los conejos, ycomo era muy curioso y quería enterarse de todo, fue acercándose al lugar donde estaban las ratas y se escondió detrás de una cerca.
−Lo que no quiero es que los conejos sepan que he encontrado esa cueva tan bien abastecida, porque en un momento cargan con el trigo y me dejan sin qué comer en el invierno.
−No es por curiosidad, comadrita, pero ¿dónde está la cueva? No tenga desconfianza; si selo pregunto es sólo para ayudarle a cuidar el tesoro.
La otra rata empezaba ya a decirle a la comadre dónde estaba la cueva, cuando el conejo, para oír mejor, estiró la cabeza por encima de la cerca y las orejas empezaron a crecerle tan rápidamente, que por más que se las detenía, iban crece y crece para arriba; le crecieron tanto que las ratas, cuando se dieron cuenta de aquellas orejas tangrandes, se echaron a correr, asustadísimas, dejando la platica para otra ocasión.
Y desde entonces los conejos tienen las orejas tan largas, tan largas como las de aquel conejo curioso.
EL NIÑO DE MULA
(mito)
En el año 1648, según cuenta la leyenda, se le apareció Dios Niño a un pastor
que estaba en ese momento con su ganado en un pequeño monte, en el
paraje muleño de El Balate. Estepastor se llamaba Pedro Botía.
Posteriormente ingresó en la orden franciscana, tomando los hábitos en el
convento de Orihuela. En un viaje a los Santos Lugares, Jerusalem e Italia, se
le volvió a aparecer Dios Niño en Asís, quien le indicó que volviese a España.
Durante el viaje de regreso conoció al Conde de Lemus, éste le introdujo en
la Corte madrileña, así conoció al hermano del reyCarlos II, D. Juan José de
Austria, y llegó a ser su consejero.
Durante los años que permaneció al servicio de ese príncipe, logró la
construcción del Real Monasterio de la Encarnación en su villa natal,
habitado hasta hoy por religiosas de la orden de Santa Clara de Asís.
Comenzaron los cultos al Niño en la ermita levantada próxima al lugar de la
aparición, que no corresponde a la...
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