El confuso legado de max planck

EL CONFUSO LEGADO DE MAX PLANCK Albert Einstein solia quejarse de que había algo equivocado en la elegante teoría cuántica de Max Planck. A medida que Werner Heisenberg y otros establecían los principios de la mecánica cuántica, la teoría se iba volviendo más estrafalaria. Hoy, mientras más aprendemos del mundo cuántico, éste se torna más extraño y ajeno a la intuición. Ahora sabemos, porejemplo, que un océano de partículas surge y desaparece continuamente alrededor de nosotros. Si llevamos una caja al vacío espacial y miramos en su interior, encontraremos que no está realmente vacía, pues numerosas partículas aparecerán dentro de la caja, salidas de ninguna parte, sólo para esfumarse un instante después, siendo reemplazadas por otras. El vacío verdadero no existe. Y si escuchamos aDavid Deutsch, un físico teórico, podríamos llegar a creer que la mecánica cuántica guarda mayores sorpresas: otros universos, incluso algunos con distintas visiones de nosotros. lo más difícil fue la insistente creencia de Deutsch de que los principios de la mecánica cuántica son ciertos, no sólo en el mundo subatómico, sino también en el que nos rodea. La idea de que otras versiones nuestrasdeambulan por universos paralelos, tomando decisiones diferentes, abre un océano de posibilidades. Pese a que lo intentó, Einstein fue incapaz de elaborar una teoría que pudiera unir la relatividad general y el mundo cuántico, pero la búsqueda continúa. Vivimos en una era extraordinaria, de grandes y constantes descubrimientos. “Si la teoría cuántica no fuera válida, nadie podría utilizar teléfonoscelulares o computadoras portátiles. Por eso el físico David Deutsch se pregunta: ¿por qué tantos científicos brillantes ignoran las grandes implicaciones de la mecánica cuántica?” Pocos físicos niegan la validez de estas leyes, aunque pudieran no coincidir con la interpretación de Deutsch. Las leyes insisten en que los constituyentes básicos de la realidad, como protones, electrones y otras partículassubatómicas, no son compactas e indivisibles, sino que se comportan al mismo tiempo como ondas y partículas. Pueden aparecer de la nada, del puro vacío, y desaparecer nuevamente. Los físicos han logrado teletransportar átomos, moverlos de un lugar a otro sin pasar a través del espacio. A escala cuántica los objetos parecen borrosos e indistinguibles, como si hubieran sido creados por un diosembrutecido. Una partícula simple ocupa no sólo una posición, sino que existe aquí, alla y en muchos otros lugares. “Todos coinciden en que esa teoría cuántica es estrafalaria‟ dice Deutsch. Parece estar totamente en conflicto con el mundo físico de Newton y Einstein, Para resolver estas contradicciones, la mayoría de los físicos han tomado el camino fácil: han restringido la validez de la teoríacuántica al mundo subatómico, pero Deutsch argumenta que las leyes de la teoría deben cumplirse a todos los niveles. Ya que todo, incluyéndonos a nosotros, está constituido por esas partículas, y debido a que la teoría cuántica ha probado ser infalible en todos los experimentos, las mismas reglas cuánticas deben ser aplicables a nosotros. Nosotros también debemos de existir en muchos estadossimultáneamente, aunque no nos demos cuenta. Deben de existir muchas versiones de David Deutsch, de la Tierra y del universo completo. Todos los eventos posibles, todas las variaciones concebibles de nuestras existencias, deben existir, dice Deutsch. No vivimos en un universo único, dice, sino en un vasto “multiverso”.

El sabe que se necesita algún tiempo para acostumbrarse a la idea, especialmentecuando uno se detiene a considerar su significado- cotidiano. Para los principiantes, resuelve de una vez y por todas las antiguas preguntas de si tenemos o no libre albedrío. “El final del razonamiento es que el universo es abierto‟ dice Deutsch. “Tenemos libre albedrío”. Cualquiera de las posibles opciones con que nos hemos tropezado podría haber sido realizado en algún lugar, en algún universo,...