el conspirador
El conspirador
Resumen:
Cuando cumplí quince años, era ya un mozancón muy espigado y muy dado a hombrearme con mozos mayores que yo y todo aquel raquitismo, que mi tía explicaba con el feoy antipático calificativo de sietemesino, había desaparecido casi del todo; y aunque conservaba mi constitución delicada y nerviosa, sentía ya los primeros de la edad viril que rápidamente semanifestaba en mí. Las atipladas infecciones de mi voz principiaron a desafinarse como cuerdas que, al engrosar, se hubieran tornado broncas y sonoras. Dos años habían ya transcurrido desde que el colegio;como yo era aficionado a buscar la compañía de los que en los colegios se llama los grandes, me acontecía, con frecuencia, sentirme cruelmente humillado cuando alguno de ellos, con aire confidencial ycon detalles y peripecias, relataba sus conquistas amorosas, las que yo escuchaba con secreta envidia. Y si bien mi carácter era atrevido y aventurero, la vida del seminario, bajo la estrictadisciplina religiosa que nos obligada a la humildad y al apocamiento de ánimo, debilitó mi espíritu, tornándose casi tímido y amilanado; lo cual se manifestaba más claramente, así que se trataba de empresasque llevaran mi acción fuera de las aulas estudiantiles. (…) Yo pasaba revista a cuantas mujeres conocía y a todas las hallaba inaccesibles; y no porque fuera muy exigente en mis gustos, ni porque ladeseara dechado de perfecciones, ni tampoco una Eloísa de pasión, ni una Cleopatra de gracia y sensualismo. Cejijunto y desazonado, miraba pasar días y más días, sin hallar el tesoro que yo codiciaba:la deseaba mujer que, con toda propiedad, yo llamaba “mi adorado tormento “Y no era solo la vanidad estudiantil, la que me llevaba a soñar y desear el amor de una mujer; era algo más que, hondamente,agitaba mi espíritu y estremecía mi cuerpo. (…) Me sonrió la idea de escribir y crecí un palmo, pensando que ya había hallado el camino por donde debía llegar hasta donde una querida. Siguiendo el...
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