EL CONVENTILLO
Lucía Guerra Cunningham Universidad de California, Irvine
La fundación de Santiago del Nuevo Extremo marcó un hito importante en los propósitos que Pedro de Valdivia hace repetidamente evidentes en sus Cartas de relación. Descubrir, conquistar, poblar y sustentar la tierra que Diego de Almagro dejara“tan mal infamada” (Valdivia 39) fueron los objetivos explícitos animados por el anhelo de riquezas y de fama terrena –dos aspiraciones renacentistas de quien consideraba ser “hombre para mucho”, es decir, un individuo con grandeza de ánimo, confianza en el valor de su persona y con la habilidad para realizar grandes empresas. Existía también en Valdivia una aspiración de corte imperial: extendersus dominios hasta el Estrecho de Magallanes, hecho que literalmente lo haría dueño no solo del “lugar donde se acaba el mundo” sino también del único paso que unía a ambos océanos, como manifiesta en su primera carta a Carlos V: “Así que vuestra Majestad sepa que esta ciudad de Santiago del Nuevo Extremo es el primer escalón para armar sobre él los demás e ir poblando por ellos toda esta tierraa vuestra Majestad hasta el Estrecho de Magallanes y Mar del Norte” (p. 45)
La Fundación de Santiago implicó, por lo tanto, la instalación oficial de ese centro desde el cual se extendería un proceso de conquista que tenía, como horizonte, el dominio de un territorio de alto valor estratégico y comercial para las empresas de la modernidad europea. Pedro de Valdivia, como otros conquistadores deAmérica, diseñó la ciudad de Santiago siguiendo el reglamento establecido por Carlos V en 1523, texto teñido por los aires utópicos de un modelo de ciudad en el cual se combina lo justo y lo práctico, la simetría geométrica inserta en una espacio natural de carácter beneficioso.“... cuando hagan la planta del lugar”, indica el Emperador, “repártanla por sus plazas, calles y solares a cordel yregla, comenzando desde la plaza mayor y sacando desde ella aunque la población vaya en crecimiento, se pueda siempre proseguir y dilatar en la misma forma”.
Con sentido práctico, Carlos V aconseja que se establezca la ciudad cerca del agua y en sitios medianamente levantados “que gocen descubiertos los vientos y las dificultades del servicio de acarreo” ni en lugares muy bajos porque suelen producirenfermedades. Teniendo en cuenta precisamente la salud y el bienestar de los futuros habitantes, Carlos V incluso asevera: “y si hubiere de tener sierras o cuestas, sean por la parte de levante y poniente (...), haciendo observación de lo que más convenga a la salud y accidentes que se puedan ofrecer; y en caso de edificar en la ribera de algún río, dispongan la población de forma que saliendo elsol dé primero en el pueblo que en el agua” (Encina-Castedo 49).
No obstante estas indicaciones guiadas hacia un bienestar que se supone similar para todos los que habiten la ciudad, al acto fundacional de Pedro de Valdivia fue también el inicio de un proceso urbano marcado por la discriminación y la segregación social. Según sus órdenes, los españoles de mayor rango recibieron los terrenos máscercanos a la Plaza de Armas mientras los de una posición social inferior obtuvieron sitios del cañadón seco del Mapocho (actual Alameda). La ciudad fue escindida, así, en un territorio “de arriba” y un territorio “de abajo” circundadas por “tierras de nadie” en los sectores inundables a orillas del río Mapocho y en el área norte, aislada del diseño urbano por la inexistencia, durante siglos, depuentes. Fue en esas “tierras de nadie” donde se relegó a los yanaconas, indios que estaban al servicio de los españoles a los que posteriormente se agregaron los criollos pobres (Espinoza 15- 20).
Es precisamente en las “tierras de nadie” donde se anclan los orígenes del conventillo, espacio urbano que en la historia y la cultura chilenas se perfila como un signo polisémico, como un territorio...
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