El conventillo
El conventillo de la Paloma
Adaptación Julieta Pinasco
Año 2013
CUADRO 1
Pintoresco patio de un conventillo en Villa Crespo. Dos puertas a cada lado y tres en el fondo. La del centro da a lacalle. Es de día. Aparecen: Seriola, tocando la guitarra junto a la primera puerta de la derecha; Marieta, avivando el fuego de un brasero cerca de la misma puerta; Don José,peinándose frente a un pequeño espejo que cuelga de la pared; Don Miguel, se pasea fumando sin dejar de mirar una puerta del fondo; la Turca Sofía, lava y tiende sus ropas en una soga que cruza frente a su puerta.
SERIOLA. - (Canta al son de la guitarra.)
"iYo soy como aquella piedra
que está tirada en la calle:
todos se quejan de mí,
yo no me quejo de náide!"
MIGUEL.(Imitándolo.) -¿Yo no me quejo denáide? ¿Y de quién se potería aquejare osté, malandrín, si a esta vida no hai hecho otra cosa que vivire de arriba?
SERIOLA. - ¿Yo? ¡Viviriola!
DON JOSÉ. -(Bien gallego.) - Mas si toviera que trajarse veintitantos viajes de colectivo desde Plaza Constitución a Chacarita y viceversa, sejuro es que no le quedarían janas de cantar, sino ponerse a llorar.
SERIOLA. -¿Pero, ustedes quieren agarrárselaconmigo? Pero conmigo... ¡la agarrariolan! ¿Y ustedes qué tienen que ver con mi vida? Si quiero jotrabar, jotrabo y si no quiero, no jotrabo.
MIGUEL. - Sí... ¡jotrabariola!
SERIOLA. - Lo que aquí pasa, y esto se lo voy a batir pa que me entiendan, es que usté y usté y el turco de la catorce y todos, están en contra, desde que se enteraron de que la mina está conmigo.
MIGUEL. -¿Con quiéne?
SERIOLA. -¡Conmigo!
MIGUEL. - ¡No me haga reír que sufro del corazón! Osté te ha hecho de esta ilusione
perque seguramente ha olvidado que per semejante mujere hay que ser muy piola. Ma yo te voy a prevenire que come me siga trabajando a esta inquilina, te voy a dare uno cazzotte que vas a ire a parare al planeta Miércoles.
JOSÉ. - Al planeta Marte, dirá usté.
MIGUEL. - Yo digo Miércoles y si me enojo tedigo los quince días de la semana.
JOSÉ. - Los siete.
MIGUEL. - ¿Siete? Osté es lo animale piú bruto que hai visto al mondo!
JOSÉ. -¿Me desafía usté?
MIGUEL. - No sólo te desafío, sino que te como las orejas.
JOSÉ - ¿A mí?
MIGUEL. - ¡A té!
SAÚL. - (Saliendo de la primera pieza a la derecha) - Eh, ¿qué es eso, caballeros, qué pasa?
MIGUEL. - ¡Todavía no pasó nada, pero algo va a pasare si no meatájano!
SAÚL. - ¡Vamos, cálmense, pues, amigo! Parece mentira que hombres grandes y comprometidos como ustedes se estén gastando y todo por una mujer de esas que no vale la pitada de este pucho.
JOSÉ. - Vea, goven: Usté poderá pensare como se le dé la jana, pero me ha de pirmitire que yo le dija ...
SAÚL. - ¿Y qué me podría usté decir? Si desde que ese loro se mudó a esta casa,andan todosalborotados detrás de ella, como si se tratara de algo del otro mundo. ¡Pero háganme el favor, hombres! ¿Qué le han visto de interesante? ¿Cómo es posible que haya en el mundo quien pueda envidiar ese mamarracho?
PALOMA. - (Sale de su pieza vestida de blanco y con tiempo de oír la última frase.) ¿Cómo? ¿Por qué se permite decir esas barbaridades de mí?
SAÚL. - Si fuera un caballero, le pediría disculpa porhaberla lastimado, pero como no soy eso, no me queda otro remedio que repetir lo que he dicho.
PALOMA. - ¡Caramba! Sin embargo le diré que a otros no les parezco tan mal.
MIGUEL. - ¡Claro que no!
JOSÉ. - ¡Sejuramente!
PALOMA. - Y que es usté el primer hombre que me dice tal barbaridá.
SAÚL. - Seré el primero que le ha dicho la verdá.
MIGUEL. - Mentira, la veritá se la hai dicho yo: osté es lomejore que hizo Dios después del pan con grasa.
JOSÉ. - ¡Y la mujer más hermosa que han pupileado1 mis ojos!
SERIOLA. - Y la más mejor que han saboreao los míos.
PALOMA. - ¿No ve usted?
SAÚL. - Admita entonces lo que dicen los "caballeros" y por mi parte, haga de cuenta que me he ido al mazo. Hasta luego. (Se retira.)
PALOMA. - ¡Antipático! ¿Quieren decirme ustedes quién es y de dónde ha salido...
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