El Corazon Del Poeta Enrique Santos Molano
Transición
1885
José Asunción llegó a París en los primeros días de diciembre de 1884. Lo recibió don Onofre Vengoechea con la noticia lamentable de la desaparición de su tío-abuelo, el doctor Antonio María Silva, fallecido el pasado cuatro de octubre. El doctor Silva dejó protocolizado, el 1o. de octubre, su testamento, en el que legaba a don Ricardo Silva la suma de 80.000francos (diez y seis mil pesos colombianos oro) y le condonaba las deudas por $6.000 y por $15.000 que le prestase en 1884. De acuerdo con los deseos del doctor Silva les serían entregados en París a Ricardo Silva o a su hijo los 80.000 tan pronto como los reclamaran1 .
José Asunción le envió a su padre un telegrama el 27 de diciembre de 1884 para darle cuenta de que dichos dineros, hasta esemomento, no le habían sido suministrados. En su respuesta de 5 de enero de 1885, en un aparte que titula Intimo, Ricardo le dice a su hijo:
“Tu telegrama del 27 de diciembre me deja impuesto de que hasta esa fecha no se nos había entregado el dinero. Creo que si al recibo de esta aún continúa el silencio inexplicable que se está guardando para conmigo sobre este asunto debes proceder conenergía sobre el particular. La acción está allá; habla con Vengoechea; estudia nuestros derechos y en este terreno, digna y caballerosamente, como tú sabes proceder en todo, haz lo que sea necesario en tan importante negocio. Nada hay en nuestros negocios hoy, de más imperiosa necesidad, que el arreglo definitivo de ese punto. Bien quisiera iniciar yo algo aquí, pero tan mortificante paso como sería elde hablar con esas gentes de esto, sería ineficaz, porque, afortunadamente, entiendo que es Vengoechea allá el que habrá de entenderse con nosotros. Tu me pondrás el telegrama “Veritas” tan luego como ese dinero esté a nuestro orden. Por lo demás no te intranquilices por mí en esta emergencia de la guerra. Hasta ahora no han tocado conmigo sino para pedirme una montura que entregué en el acto;tengo mi boleta de excusa del servicio militar...”*
No hay duda. A los Suárez Fortoul, Suárez Lacroix, Vengoecheas y Valenzuelas no les satisfacía haberle quitado a Ricardo Silva la herencia de su padre. También querían “esas gentes” embolatarle el legado modesto que en un acto de remordimiento moroso le dejó su tío. Ricardo Silva recibirá los 80.000 francos con un año y pico de retraso, y fuegracia.
Don Alvaro Holguín y Caro, hijo de don Carlos Holguín, rectifica algunos conceptos de Alcides Arguedas con relación a Silva, y para darse autoridad afirma:
“Llegado el caso podría yo escribir, sin galas retóricas, pero con cariño y conocimiento de causa, sobre la vida y la muerte del autor del Nocturno. ¿Y esto por qué? La respuesta es obvia. Bastaríame recordarle que, por raracoincidencia, tanto en las crónicas íntimas de los Holguines, como en las remembranzas sociales de los Caros, encuéntranse a menudo, a través de casi un siglo, los vestigios dicientes de la cordialísima amistad que unió a los miembros de estas familias con los antepasados de Silva, primero, y luego con él mismo. Por esta razón conozco sus antecedentes y su vida con no pocos detalles precisos.”2Don Alvaro Holguín y Caro tiene la última palabra sobre la biografía de José Asunción Silva. Y en lo atinente a la estada de Silva en París, nos cuenta don Alvaro, con “detalles precisos” y con la certeza del poseedor de la verdad:
“Su permanencia en este viejo mundo se redujo, creo, a dos o tres meses pasados en París. Llegó a la gran metrópoli en busca del apoyo de un tío, soltero,misántropo y acaudalado, establecido allí desde hacía muchos años. Desde cuando logró escapar, como por milagro, del puñal de los salteadores que, enmascarados, ultimaron cobardemente y con alevosía a su hermano —el abuelo de José Asunción y por quien éste se llamó así— una noche memorable en “Hato Grande”, la histórica hacienda de la Sabana de Bogotá que había sido inmediatamente antes del...
Regístrate para leer el documento completo.