EL CORREDOR AN NIMO

EL CORREDOR ANÓNIMO.

Velocidad. Sólo la palabra hace uno de aumento de impulsos. Algunos imagen rayo, otros la imagen del guepardo o cohetes. Otros pueden sentir el viento frío contra su cara, e imaginar suelos el pedal del acelerador. Casi todo el mundo le encanta la sensación de velocidad, y yo también, hasta que fue precisamente lo que casi terminó mi vida. Mi amor por la velocidad era midefecto fatal y si pudiera volver atrás en el tiempo me gustaría detenerme para que no penetren en ese coche. Estoy a punto de contar la historia de cómo casi me muero para que no cometer los mismos errores que yo, si usted lo cree o no te ruego que tomes mi advertencia.

Una brisa fresca de verano se extendió por todo mi cara mientras tomaba otro sorbo de té helado, y se sentó en la silla máscésped. Fue ese momento perfecto de la noche, cuando el sol comenzaba a bajar, y el dulce aroma de la época fría noche cortar a través de la humedad. Entonces oí la vibración de mi celular, que yo había tratado de no prestar atención a. Lo recogí todos modos y contesté. Era uno de mis amigos, fue que una amiga que todo el mundo tiene, cuya irresponsable, inmaduro, pero muy divertido para ser alrededor.Dijo que estaba a punto de salir a dar un paseo en su Chrysler Lebaron Turbo, y que él lo supiera lo mucho que amaba los coches rápidos, se ofreció a recogerme a venir. No pensé dos veces, me había estado picando algo que hacer durante días y acepté con gusto.

Unos quince minutos después, oí el motor de su coche tire hacia arriba en frente de mi casa. Agarré mi bolso y corrí hacia el patiodelantero, donde él y dos de sus amigos saludé. Siempre sentí una especie de incómoda siendo la única mujer entre este círculo de amigos, pero ellos me respetaba y pensé en mí como un igual, no alguien que necesitaba ser protegida. Me subí en el asiento trasero junto a Jack, que era un año mayor que yo. Tan pronto como me doblaron en, Chris despegó a casi cincuenta kilómetros por hora, aunque era unbillete de veinte millas de la zona de una hora. Pronto llegamos a un largo tramo de vacío, carretera escénica, y nos apresuramos a unos ochenta kilómetros por hora, y Steven ponemos arriba hacia abajo, con la cara de inmediato sintió la poderosa fuerza del viento. Levanté las manos en alto, y grité al cielo. Mis otros amigos siguieron, incluso Chris.

En ese momento, se estaba haciendo fuerabastante oscuro, y las estrellas comenzaban a llegar. Habíamos estado viajando a ninguna parte a los noventa una hora. Miré detrás de mí para ver la carretera desaparecer más allá de la parte trasera del coche, y yo vi la cosa más extraña, le dije a Chris a mirarse en el espejo retrovisor. Lo creas o no, pero todos lo vimos, había un hombre sin rostro, corriendo detrás del coche. Él estaba a sólo unoscincuenta metros detrás de nosotros, y mantener un buen ritmo. Chris aceleró hasta cien kilómetros por hora, y me miró detrás del coche, sólo para ver que el hombre sin rostro había acelerado también, y se estaba acercando. Le grité a Chris al piso, y voy a toda velocidad. Así que con eso se aceleró al máximo su coche podría ir, ciento treinta kilómetros por hora, y yo apenas podía respirar contrael viento, y ahora gritaba con emoción, pero no miedo, como el hombre aceleró y corrió al lado del coche .

El hombre volvió la cabeza lentamente, y si tenía ojos que habría mirado a la derecha en la mía. Traté de cerrar los ojos, pero yo simplemente no pude. Luego corrió junto al coche y salió corriendo por la carretera, muy por delante de nosotros. A todos nos intercambiamos miradas, y más lentopara unos ochenta kilómetros por hora, y nos sentamos en silencio, como hemos tratado de comprender lo que cada uno de nosotros acababa de ver. ¿Realmente sólo vemos a un hombre sin rostro pasar por nosotros más rápido de ciento treinta kilómetros por hora? O somos todos alucinando? Sabríamos muy pronto.

Continuamos por el camino, como lo conocíamos apenas un lazo alrededor y que nos traen de...