EL CRITERIO
CAPITULO I, II, III Y IV.
El pensar bien consiste en conocer la verdad o en dirigir el entendimiento que nos conduce a la verdad. La verdad es la realidad de las cosas, no siemprese nos presenta de la manera tal y como es, tenemos que aprender a distinguir, y cuando conocemos perfectamente la verdad, podemos ver los objetos tal y como son en sí. Todos ven los objetos dediferente manera, algunos ven mucho de todo, otros ven poco de todo y otros ven exactamente lo que hay, ven todos los lados del objeto que se observa y consiguen un entendimiento claro, capaz y exacto. Laperfección de las profesiones se da en proporción a lo mucho o a lo poco de conocimiento que se tiene del objeto que se trata. El entendimiento nos guía en nuestras acciones. El arte de pensar bien, seaprende de una manera sencilla y práctica. Hay muchos medios que nos impiden conoce la verdad, al igual de obstáculos que nos impiden llegar a ella. Los actos del entendimiento se dividen en dos: losespeculativos que nos limitan a conocer, imposibilidad y los prácticos que nos dirigen para obrar, posibilidad.
CAPITULO V, VI, VII, IX
Podemos cerciorarnos de la existencia de un ser, por nosotrosmismos, gracias a nuestros sentidos ya sea de una manera mediata o inmediatamente. Hay dos reglas de la coexistencia y la sucesión. La primera es cuando entre dos objetos hay un enlace, de laexistencia de uno inferimos la existencia del otro, y la segunda es que los objetos se suceden indefectiblemente.
La sabiduría de la ley cristiana prohíbe los juicios temerarios, nos olo por caridad, si nopor prudencia y buena lógica. Hay dos condiciones necesarias para adquirir por nosotros mismos el conocimiento de la existencia de un ser, la primera es que el testigo no sea engañado y la segunda esque el testigo no nos quiera engañar. Existe una ilusión en relación a los “periódicos”, pues no lo dicen todo, aun, en los países más libres.
CAPITULO X, XI, XII, XIII, XIV, XV, XVI.
Los viajes...
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