El cuchillo dentro del contexto cultural colombiano

El cuchillo dentro del contexto cultural colombiano

Es común en la cultura colombiana que cortar la carne sea una tarea privilegiada y a la vez poco deseada, ni el olor ni el tacto crudos que seexperimentan son lo más placentero del mundo. Tal vez es por eso que el cortar la carne es considerado tarea de experimentadas matronas que, después la convierten en filetes delgados sin la más mínimasensación de asco a la sangre que la acompaña, la condimentan a su gusto y le dan su propia sazón.
El portacuchillos denota seguridad, pero más que todo un límite entre los que deben y los que nodeben usar un cuchillo. Por lo general es pesado, robusto, como una piedra con huecos inmovible para un niño, puesta en el mesón de la cocina lo más lejos posible del borde y al lado de la licuadora,que tampoco deben coger los niños. Cuando un niño intenta alcanzar un portacuchillos, hay una secuencia de grito, susto y regaño que detiene la acción y además viene acompañada de los “por qué no” debenlos niños tratar de alcanzar el portacuchillos.
No coja eso que se corta. Le sale sangre.
¡Coco! (‘coco’ ordena al niño que no coja algo, mientras que ‘caca’ le prohíbe introducírselo a la boca)El cuchillo es para los adultos, para los que saben. La carne, en algunos núcleos familiares un privilegio, no puede desperdiciarse. Quien corte la carne debe saber hacerlo, para hacerla rendir, paraque no quede cruda al asarla y para evitar un etcétera de efectos nefastos de no saber cortar la carne.
Volviendo al tema del molinillo tradicional, vale la pena mencionar la experiencia sensorial queenvuelve el presenciar el uso ancestral del molinillo. Primeramente, se tiene la creencia entre las matronas y quienes degustan el chocolate, que el molinillo de madera tiene el poder místico dedarle “un sabor especial” a la bebida. Es también costumbre que el chocolate se prepare en lo que se llama una ‘olleta’ que puede o no estar sumida por las múltiples ocasiones que ha sido golpeada.
La...