El cuentero de Quesada

EL CUENTERO DE QUESADA
En medio de la Atenas Latinoamericana, del estrés, las calles rotas, la lluvia y el frio sin igual de las mañanas, en “La nevera” como la llaman muchos, escuche algún dia una historia que me llamó la atención; no era la típica historia de príncipes y hadas, o de capos y personas malas, era una historia sencilla y pura que salía del corazón de quien la contaba y queingresaba a mi mente como un susurro al oído, como esos que mamá sabia dar, cuando te ibas a dormir; como ese arrullo de sus brazos cuando estabas a punto de caer rendido, o esa sonrisa de ánimo; pero a la vez temerosa del primer dia de clases. O mejor aún ese recuerdo de papá en las noches ayudándome casi desesperado a que yo entendiera las clases de matemáticas; pero a la vez ese sentimiento denostalgia de ver crecer a sus hijos con sus amigos y primeros amores.
Si bien recuerdo, sé que ese dia era un viernes y salía un poco tarde de la universidad, había tenido una atenuante clase de cálculo la cual sin duda alguna había dejado mi cerebro exhausto; pensé en ir a un restaurante con mis amigos, tomar un café y luego ir a descansar como Dios manda, pero el dédalo de confusión que había dejadoen mi aquella clase, había hecho que yo olvidara por completo que esta noche no podría estar con ninguno de ellos, pues era el grado de Penélope y de una u otra forma, yo había logrado escabullirme del tan poco grato evento. Me encontraba solo por completo, con confusas ideas sobre los casos de factorización, los números complejos y el teorema de Fermat. Por un momento me desconecté de mispensamientos y me di cuenta de que ya me encontraba lejos de la universidad, y la tarde empezaba a terminar.

Camine sin rumbo por un largo rato, pero luego descubrí que este laberinto en el que me encontraba; no era nada más y nada menos que la Candelaria; por si alguno de los que hoy escucha mi relato, aún no lo sabe; la Candelaria es el centro mágico de Bogotá, donde las historias cobran vida y enlas noches se escucha el galope continuo de nuestros libertadores andando por las calles de la memorable Santa Fé, pero volviendo a lo de mi viaje sin rumbo como guiado por el viento me encontraba en el chorro de Quesada. Se suspendió el tiempo y de un momento a otro pude detenerme a observar los rostros de todos cuantos me rodeaban, el presumido universitario que no hacía más que hablar de susgrandes logros, a su derecha; su novia como mendiga de amor, atontada y vislumbrada por tantas maravillas de las que él le hablaba, más hacia el costado unos hombres con una borrachera que no les permitía ni sostenerse, hacia mi izquierda un grupo de extranjeros admirados con la belleza de Bogotá, un zapatero con la tristeza marcada en la cara, un mendigo con frío y sin techo debajo del cual dormir,una familia con alegría y felicidad en sus ojos; y claro un enorme grupo de universitarios, jóvenes, estudiantes, curiosos y gente con mochila; todos ellos aglomerados alrededor del pequeño chorro.
Entonces el que el papel de florero hacia, interrumpió los murmullos entre el poblado y empezó a hablar: -¡vengan todos! ¡Acérquense que la historia va a comenzar! – Sin saber yo, siquiera de lo queestaba hablando con la curiosidad que dicen que mato al gato me acerque con ingenuidad y me dispuse a escuchar; el mostraba una actitud de calidez hacia los demás por lo que no dude sentarme con la certeza de que algo interesante iba a escuchar. Se presento diciendo que era cuentero y que narrar era su pasión y que nos contaría una historia que jamás habríamos escuchado atrás, estaba a punto deiniciar el relato y yo me encontraba excitado por lo que iba a relatar, como niño ilusionado y deseoso por ir a jugar me encontraba yo ante lo que iban a contar.
-Hace no mucho tiempo, la plaza de Bolívar se lleno de olor a jazmines y rosas, un olor que recorrió hasta el último rincón que se encontraba aledaño a la plaza, lleno el aire de alegría y esperanzas, y despertó en la gente sentimientos...