EL CUENTO M S CORTO DEL MUNDO


EL CUENTO MÁS CORTO DEL MUNDO, GABRIEL GARCÍA MÁRQUEZ
 Esto es algo a lo que los agentes viajeros deben estar acostumbrados. Pero a mí me ha merecido un interés especial. En uno de los asientos delavión viene viajando un niño, al que la cabinera atiende con especial esmero, y en cuyo cuello ha sido colgado un enorme cartel que dice “Medellín”. Sencillamente, aunque el niño le hayan comprado untiquete de persona humana, es necesario considerar que va viajando como carga. Una carga apreciable, frágil,  mortal y todo lo que se quiera, pero, de todos modos, muy poco diferente de un bulto detachuelas. Si lo han sentado aquí, entre los demás pasajeros, debe ser porque en el contrato se incluyó una cláusula, mediante la cual la empresa se comprometía a darle sorbos de coca-cola y sonrisasde una cabinera alegre y burlona que a cada instante se acerca al pequeño y le arregla el cartel como si se tratara de una corbata de lazo.
En la cara del niño, en la manera de asomarse a laventanilla, se advierte que no le produce el menor sobresalto esta expresión área que seguramente es la primera. Ha sido remesado como carga, como un bulto dirigido a un comerciante de Medellín, y tiene lasuficiente personalidad como para representar su papel con la mayor seriedad.
Aunque esta criatura sea una precocidad, aunque vaya a la escuela y resuelva admirablemente sus tareas de aritmética, siempretendré la impresión de que no es más que una maleta. Y una maleta que ríe y toma coca-cola, lo que es, desde luego, más interesante.
A los pasajeros se les reparten los periódicos de la mañana. En unode ellos encuentro un despacho de la U.P. que me hace olvidar momentáneamente del niño-equipaje y que transcribo al pie de la letra porque me parece que es el mejor cuento más corto del mundo. Diceasí:
“Mary Jo, de dos años de edad, está aprendiendo a jugar en tinieblas, después de que sus padres, el señor y la señora May, se vieron obligados a escoger entre la vida de la pequeña o que quedara...