El Cuerpo Y La Danza

Introducción
En el siglo XIX el filósofo ateo Federico Nietzsche escribe una máxima “sólo creería en un dios que sea bailarín”, claramente la premisa del filósofo no pretende la burla, sinodenunciar la imagen que se ha construido del alma y del cuerpo en nuestra cultura occidental; narrativa que en gran parte está fundada en las explicaciones religiosas del judeo-cristianismo alimentadas porla filosofía griega. El libro del génesis nos explica que los seres humanos son imagen y semejanza de Dios, creados del barro y del espíritu, los libros de San Pablo en el nuevo testamento hablan delcuerpo como carne que esta presta para allegarse al pecado, la lujuria y la banalidad, en otras palabras alejarse de la verdad que es Cristo.
Durante el siglo III D.C. la concepción cristiana sealimentó de la visión de la filosofía platónica en donde el cuerpo es una cárcel para el alma, es decir es un impedimento terrestre para contemplar las ideas de verdad, justicia y bondad. En consecuenciade lo anterior no es gratuito que en sociedades racionalistas como la nuestra como resultado de un proceso histórico de pensamiento, el cuerpo, la relación y la experiencia del cuerpo que tienen lossujetos sea invisibilidad.
Evidentemente la danza es una de las actividades humanas en donde el sujeto debe estar en mayor relación con su cuerpo, por ello la crítica de Nietzsche, de no poder creeren un dios descorporeizado, casi inexistente, ya que mediante la danza debe haber una sincronía entre la mente y el cuerpo, una sensibilidad de los sentidos, una exigencia de los músculos, un encuentrode conocimiento perpetuo entre el danzante y su configuración corporal a partir de la información que nos brinde la piel. Pero no sólo es un encuentro del yo, sino también del otro, que también esdanzante y se reúne precisamente en el acto; con él también se debe tener sincronía, diálogo, relación, confianza para lograr el ritmo deseado y el trabajo común anhelado.
Partiendo del contexto...