El Cuerpo
En cubierta se reproduce un cuadro de Lucian Freud, un desnudo que nos pone ya en la pista de lasreflexiones aquí desarrolladas. Pone prólogo Carme Riera, que proclama (y no cabe sino aceptarlo): «Cristónal Pera pertenece a la mejor tradición de los médicos humanistas como evidencia su vastísimacultura y prueba este ensayo, en el que combina los conocimientos científicos con los filosófico-literarios». La cantidad de citas, referencias y apoyaturas intertextuales que enriquecen el discurso,especialmente las del mundo anglosajón, no dejan de sorprender.
Sobre el cuerpo humano, hay una doble y antitética tradición filosófica, desde orígenes. Por una parte, Platón y los suyos, partidariosdel dicotomismo cósmico, vienen a decir que «el hombre es su alma» ( Alcibíades) y el alma es una Idea, una entidad de orden divino, ocasionalmente encerrada en la cárcel del cuerpo, de donde debeintentar evadirse. Por otra, Epicuro y los suyos reducen el hombre a los átomos materiales que constituyen su cuerpo. La cultura europea, reforzada por el Cristianismo, fue esencialmente platónica,...
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