El día que el árbol se murió

El día que el árbol se murió
By XuggaeX
Son pocos los recuerdos que me quedan de cuando abrí por primera vez los ojos con algo de razón. Recuerdo mirar hacia arriba y ver aquellas vigas blancas con algo de humedad y los ganchos oxidados que soportaban firmemente el peso de la balanza.
Hola tanito!!!, tanito quedate quieto, veni quedate conmigo un poco que te voy a contar un cuento!!, frasesque repiquetean en el corazón y en el alma de aquellas personas que tan cariñosamente buscaban que me quedara aunque sea un minuto quieto, pero yo solo quería ayudar…
El año lectivo escolar iba pasando y yo solo pensaba en ir a la fabrica de pastas frescas de mi padre, a corretear, a estar con el ¨nono¨ y la ¨nona¨ y poder subirme al árbol,a ese que tanto daño le hacía.
Recuerdo las tardes en elcomedor, comiendo ¨torrejas¨ esperando algún descuido para ir al fondo a darle de comer al gato negro, pero siempre le pedía a papá que me acompañara para no ir solo por el pasillo porque me daba miedo, hasta que una vez me dejó encerrado en el fondo por unos minutos, cosa que alcanzó para que yo me asustara y me pusiera a llorar y buscara como loco el abrazo protector de la nona.
Los días queestaba lindo afuera, sacaba una ¨chaira¨ para afilar cuchillos, un martillo y me ponía a hacerle agujeros al árbol de la puerta. Le arrancaba la corteza, lo llegue hasta ahuecar en una parte, puesto que estaba un poco podrido en el centroy tumbado hacia la calle.
Cuando ya me cansaba de sacarle la corteza, traía clavos y medios torcidos penetraban ya la noble madera, hasta que un día la nona medijo, Jorgito, no le hagas eso al arbolito que esta sufriendo no le hagas mas agujeritos. Y yo sin pensar mucho le conteste, pero si no se queja ¡!.
Ya propio del italiano, la nona me contesto ¡Ma si! ¡hace lo que quieras!, y no muy contenta se fue para adentro del comercio.
En muchos casos cuando uno es niño (por no decir siempre), no se tiene una real dimensión de la crueldad, uno como quetodavía no desarrolla a pleno la capacidad de sufrir, o sentir dolor por el otro, como que no se da cuenta…talvez eso me pasaba a mi…
Mas los años fueron pasando, se me fue un poco la locura por seguir mutilando ese árbol, pero siempre aportaba mi granito de arena, o mas que de arena de orina, puesto que donde el baño estuviera ocupado era la excusa perfecta para ¨regarlo¨ un poco. Con el paso de losaños aquellas personas que tanto me pedían que cuidara el árbol, fueron muriendo, y fue a partir de ahí que fui adquiriendo esas enseñanzas que a mi tanto me había costado entender. Pero no fue nada fácil, la segunda etapa de mi vida, no me tocó vivirla con gente como mis abuelos, aquellos que la guerra los había traído para estas tierras a buscar un futuro para ellos y para mi padre, y que la vidadecidió llevárselo a él primero…
La primer faceta de apatía que mostró mi madrastra fue la de querer cortar el árbol, yo como estaba en los inicios de mi hormonal adolescencia, no titubee en decir que lo cortara , que hiciera todo lo que tuviera que hacer para sacar ese árbol de ahí, porque quedaba antiestético (¿?).
Al día siguiente mi tutora hizo una llamada al centro comunal zonal, para pedirde manera inmediata la extracción del árbol puesto que estaba tumbado hacia la calle y era peligroso tanto para los autos como para los peatones. El funcionario le contestó que no era tan fácil levantar un árbol de la vía publica puesto que eso antes debía de pasar por el análisis de un ingeniero y seria él quien diría si se sacaba o no.
No fue una respuesta que nos convenciera mucho, y fue apartir de aquí que cuando una mentira se repite muchas veces se convierte en verdad…
Ya lo veíamos prácticamente caído al árbol, era un peligro, le avisábamos a la gente que hiciera la denuncia , puesto que si caía iba a lastimar a alguien o romper algo , y que a la larga nos iba a costar más.
Es admirable como a veces el ser humano gasta su finito tiempo en cosas tan banales, como amargarle la...