El Danubio No Es Azul

EL DANUBIO NO ES AZUL

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Con Clara había sido feliz. Siempre pensé que ella a mi lado también lo era. Pero la verdad resultó otra. El lamentable descubrimiento ocurrió un mediodía, cuando un desconocido de nombre Ricardo, se cruzó en nuestro camino. El tipo era bien parecido, arrogante, convencido que el mundo debía estar a sus pies. A Clara el hombre la impactó. Yo fuitestigo de esta fulminante atracción.
Sentados en la terraza de un Café de la ciudad de Lucerna nuestro nido de amor se desmoronó.
Habíamos decidido pasar las vacaciones de verano en Suiza, y vagamos de ciudad en ciudad. Ginebra nos entusiasmó, Zurich no tanto. Donde de veras nos sentimos a gusto, fue en Lucerna, más pequeña que las anteriores, con una naturaleza espléndidacercana a nuestros ojos.
Un mediodía que nada tenía de especial, ocurrió lo inesperado en nuestras vidas.
Han pasado algunos años de este desencuentro que me lastimó, y sin embargo, todo sigue fresco en mi memoria.
Clara me abandonó.
-¿Me perdonas?
-Pensé que me amabas.
-Yo también, pero me equivoqué.
No hubo más explicaciones. Mi compañera vivía unmomento explosivo y nada podía hacer yo por retenerla a mi lado. Dos años de sueños, ilusiones, seguros que nadie nos iba a apartar de nuestro vivir pasional, con un juramento de por medio, juntos por la eternidad, quedaron en el olvido. Todo había terminado entre nosotros. Clara, como fulminada por un meteorito, se sintió sorprendida por el amor. ¿De veras Clara amaba a aquel ser extraño? Yo no loaceptaba. Incrédulo, le pregunté de qué hablaba, y su razonamiento fue simple, amaba como nunca jamás había amado, algo que yo no podía entender. Me defendí, a fin de cuentas yo era su pareja. Pero no su dueño, ella me lo aclaró, y puntualizó algo que era definitivo, se mandaba sola.
Clara ya no era aquel ser maravilloso al que yo amaba hasta la demencia. Era de no creer, todo lo queella sabía de aquel ser nefasto era su nombre: Ricardo.
Mi dulce Clarita me abandonaba por alguien que pocas horas antes no existía en su vida. ¿De veras fue una explosión amorosa, o solo una locura de jovencita? Mi amada apenas acababa de cumplir los veintiún años. Yo era ya un hombre adulto. Enamorados hasta lo más profundo de nuestros sentidos, éramos inmensamente felices. Sin embargo, unguapo de palabra fácil, había destruido en un instante nuestro castillo de sueños y fantasías.
Desolado y desconcertado regresé a Barcelona, solo, con una historia a cuestas que me sabía a puñetazo en la boca del estómago. ¿Era cierto lo que acababa de vivir, o solo una pesadilla? Me costaba aceptar la realidad. Clara había huido, dejándome sumido en la desesperanza. ¿Cómo iba a ser mi vidaen adelante? Solo pensar en el provenir me producía desesperanza. Lo cierto es que sobreviví.
Ironías de la vida, cinco años después la tenía frente a mí. Un encuentro casual, los dos caminábamos por la misma acera, ella dándome la cara. La tarde declinaba dando paso al anochecer, el frescor de la hora era agradable. Caminaba sin rumbo, que era uno de mis placeres favoritos, echar a andar enbusca del cansancio físico.
Después del sobresalto, casi nos dimos de narices el uno cintra el otro, me regaló una sonrisa que carecía de fuerza, Su palabra me resultó simple.
-Sé que te hice mucho daño.
Se abrazó a mí y me besó.
Todo micuerpo tembló. Viví lo sublime, cuando los sentidos revientan. Clara seguía dentro de mí. Superado el momento, me recreé observándola. Nada tenía que ver con la jovencita amorosa que yo había amado. La nueva Clara era una mujer adulta, manchada por las sombras de la tragedia vivida. Ricardo resultó ser un vividor, que la prostituyó, la maltrató, y le robó la inocencia. Nunca más sería la Clara...