El decamerón

Doble cara en El Decamerón
Emily Aroween
Hace un par de semanas, un domingo por la tarde, me encontraba viendo la primer temporada de juego de tronos cuando escuché que mi mamá decía que debía acompañar a mi hermana a la iglesia. Yo, como es predecible, me negué a hacerlo, así que me dijo: “si no acompañas a tu hermana, irás a la taquería a trabajar”, vaya que saben cómo aplicármela. Allíestaba yo, a media tarde, cambiando mi pijama desgastada por una playera rota, un pantalón negro que al igual que la playera tenía hoyitos y los converses clásicos. Tuve que interrumpir la ejecución de cabeza de Nedd Stark para perder la mía en una iglesia. En fin, sólo sería un rato. Salimos de casa, debo advertir que mi hermana parece un perico, una vez que empieza a hablar no se calla. “¿Por quéno te gusta venir a misa?” “¿Si crees en Dios?” “¿Saliendo de misa, me compras un helado?” Si seguía con mi silencio ella seguiría con el bombardeo, así que contesté: “Porque no quiero” “Qué te importa” “Sólo si te callas”. No pudo resistirse a la idea del helado, así que obedeció, quién no lo haría, un delicioso y refrescante helado en tardes calurosas, hasta yo.
Llegamos, nos sentamos en unabanca cerca de la puerta, no me vaya a quemar si me adentro en el templo. Empezó con el típico canto, vienen con alegría, señor, cantando vienen con alegría, sí, claro, vaya alegría que yo llevaba. Me distraje mirando la arquitectura e imágenes, luego observé a la gente, en la banca en frente a la mía, una muchacha le dijo a su hermana: “¿Ya viste lo naca que se ve esa tipa? Obvio que el morado y elrojo no combinan”. Presté atención en otra banca, una señora hablaba por teléfono, luego el sonido de unos tacones atrajo mi vista, una joven muy arreglada entraba a la iglesia buscando un sitio para sentarse, cuando pasaba por la fila, un par de hombres la siguieron con la mirada. Voces de tras de mí, se saludaban efusivamente, “hace mucho que no te veía, cuéntame, ¿qué has hecho?”. Otra personaestaba entretenida con su celular, imaginé que actualizaba su estado, estoy en misa, #SESIENTEBENDECIDA. Los de mi lado hablaban de vecinos que siempre ganaban el estacionamiento, más atrás escuchaba a una adolescente diciéndole a su madre que la dejara ir a la fiesta, un chiquillo corría de aquí para allá y de allá para aquí, su padre dijo “si no te quedas quieto se enojará Dios contigo”.
Llególa hora de la eucaristía, la mayoría de las personas se fueron a formar, me quedé sentada, ya casi terminaba, sólo tenía que resistir un poco más… por fin, terminó. Ya estaba saliendo de la iglesia cuando mi celular sonó, Aneurysm de Nirvana, no podía sacar el celular de la bolsa, un mensaje había llegado, luego escuché: “respeta, estamos en la casa de Dios”, miré a la persona que me dijo eso,tuve que contener la risa pues la señora que lo dijo, fue la que, en media ceremonia hablaba por teléfono.
El Decamerón está dividido por diez jornadas con la misma cantidad de cuentos narrados por distintas personas. Depende de la jornada es el tema del cuento. Lo que me llamó la atención fueron los textos en los que hablan de religión, pero con sátira, como en el cuento segundo de la jornada uno.Son dos amigos, Abraham y Giannotto, el primero es judío, el otro es cristiano. Giannotto quiere convertir a su amigo, hacerle cambiar de religión. Abraham se rehúsa argumentando que en su religión “había nacido y en ella entendía vivir y morir”. Giannotto sigue insistiendo, así que el judío pone una condición, iría a Roma a ver cómo eran los modos y costumbres en la vida del vicario de Dios ysus cardenales, si mostraban más fe que la de él, se convertiría.
Cuando el cristiano oyó esto
‘se puso en su interior desmedidamente triste, diciendo para sí mismo: “Perdido he los esfuerzos que me parecía haber empleado óptimamente, creyéndome haber convertido a éste; porque si va a la corte de Roma y ve la vida criminal y sucia de los clérigos, no es que de judío vaya a hacerse cristiano,...