El delito del cuerpo
I
Introducción
DE LA EVIDENCIA DEL CUERPO AL
CUERPO EN EVIDENCIA
Vivir consiste en reducir continuamente el mundo al cuerpo,
a través de lo simbólico que éste encarna.
Merleau-Ponty
¿LA EVIDENCIA DEL CUERPO? SEXO, GÉNERO
Y CUERPO
En las aproximaciones críticas a los textos culturales
desde un sesgo explícito de género y sexualidad –porque dicho sesgo lotienen todas las aproximaciones pero solamente algunas se muestran autoconscientes de
su lugar político de enunciación– el cuerpo se erige como lugar de inscripción primero y último de la diferencia genérico-sexual.
Así, por ejemplo, la categoría mujer (o mujeres), sobre
la que se asientan las propuestas feministas, no podría
ser definida de un modo concluyente y satisfactorio
–puesto que ladiferencia es irreductible e irrepresentable–. Revisar las propuestas que han convivido bajo el
epígrafe de feministas es dar una y otra vez con intentos
nunca satisfactorios (ni asumibles plenamente) por el
conjunto de la comunidad feminista de decir qué es ser
mujer.2 No podemos llegar a definir nuestra propia categoría identitaria (sobre la que relacionamos toda una
práctica política), noobstante ser o estar mujer remitiría,
en última instancia, a poseer –o vivir en– un cuerpo sexuado en femenino: el sexo-género ha sido hasta anteayer un atributo indisociable del cuerpo, evidente. Por supuesto que esto no resolvía nada pero parecía colmar
ilusoriamente el diferimiento infinito de la diferencia en
la presunta evidencia del cuerpo y la experiencia que lleva asociada. Muéstrame tucuerpo desnudo y te diré qué
To r ra s , M e r i , « E l d e l i t o d e l c u e r p o» . E n M e r i To r ra s (e d . ) ,
C u e r p o e i d e n t i d a d I . B a r c e l o n a : E d i c i o n s U A B , 2 0 0 7.
11
¿La evidencia del
11
cuerpo? Sexo, género
y cuerpo
¿De qué hablamos
cuando hablamos de
cuerpo? Una
encrucijada
discursiva
15
Cuerpos generados,
regenerados ydegenerados
24
A/gramaticalidades:
¿el cuerpo en
evidencia?
27
Ejercicios
28
Bibliografía
35
2 Este aspecto, junto a la
necesidad insoslayable de
autocrítica, ha generado un
debate muy revitalizador
dentro de los feminismos.
Remito a la «Introducción»
de Neus Carbonell y Meri
Torras al volumen Feminismos literarios (1999).
2 Eve K. Sedgwick se pregunta por lareducción de
las prácticas sexuales permitidas (y naturalizadas)
poniendo en relieve la estrechez del sesgo y las tantísimas posibilidades que no
contempla en su ceguera binaria unívoca. Remito al
fragmento de texto recogido en el apartado de los
ejercicios.
22 Diana Fuss explica este
funcionamiento en un breve y eficaz texto publicado
en 1991 y titulado «Dentro/Fuera». Una lectura
muyrecomendable y esclarecedora.
eres. Pero, ¿qué no calla el cuerpo? Un cuerpo, ¿lo dice
todo? ¿Es el cuerpo una evidencia?
Hay muchos cuerpos distintos pero nos resistimos a
que ninguno escape a ser (de) hombre o (de) mujer: dos
únicas posibilidades para una enorme cantidad de materializaciones corporales diversas. O, en realidad, una sola
posibilidad en tanto que ese par se presenta como contrarioy complementario.2 O se es mujer o se es hombre, se pertenece a una de las dos categorías y se participa irremisiblemente de una mayoría substancial de sus
atributos más definitorios (en tanto que el otro se define
por la falta de ellos). Estar categorizada bajo la etiqueta
mujer y que te falten dos dedos del pie izquierdo te hace
menos mujer en menor grado que si has tenido que sufrir
unamutilación mamaria, por ejemplo: ambas son partes
del cuerpo pero una posee un poder identitario sexual
mayor que otra, es considerada una marca de feminidad.
Pareciera pues que no todos los atributos reconocibles
en el cuerpo poseen un mismo grado de evidencia genérico-sexual –aparentemente un bazo o un codo son más
unisex que los huesos de la pelvis, por no nombrar los
genitales–. Pero,...
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