El derecho de los bienes imprescindibles
Páginas: 12 (2980 palabras)
Publicado: 22 de marzo de 2011
El derecho a los bienes imprescindibles
No se puede redistribuir más de lo que se tiene.
A fines del último año se celebró en la ciudad de México una reunión de los Padres Provinciales de la Compañía de Jesús de América Latina. Como resultado de sus deliberaciones se elaboró (el 14 de noviembre de 1966) una Carta de los Provinciales titulada “El neoliberalismo en América Latina”. Su texto fuepublicado en CRITERIO en la edición del 13 de mayo de 1997.
Menos difusión ha alcanzado otro documento que acompaña la Carta de los Provinciales Jesuitas que se titula “Neoliberalismos en América Latina. Aportes para una reflexión común. Documento de trabajo”.
En estos dos textos se formula una dura crítica a la doctrina neoliberal y se enuncian las bases que podrían fundar lo que denominan“La sociedad que queremos”.
Un punto central de esta enunciación (reiteradamente expresado) es que en una nueva sociedad a construir, todas las personas deberían tener el derecho a acceder a los “bienes indispensables para la realización personal”. Sostiene asimismo que se debe procurar “que el Estado y sociedad” aseguren a todos el derecho a esos bienes.
Parece claro que se trata debienes económicos ya que el Documento de Trabajo afirma que el acceso a ellos debe garantizarse “independientemente de si las familias son capaces o no de comprarlos en el mercado” (sección 6.4, en la subsección titulada “Los bienes que todos merecen”).
Como se ve se trata de una posición enteramente opuesta a la que sostienen los más conspicuos defensores del neoliberalismo. Así, por ejemplo,Ludwig von Mises admite que “no hay inconveniente en atacar, en toda su plenitud, los preceptos éticos y religiosos que proclaman un deber ayudar fraternalmente a quienes la naturaleza condenó al infortunio”. Sin embargo cree que la dignidad humana padece con cualquier clase de caridad y que, en cierto modo, la dádiva corrompe tanto al que la da como al que la recibe. Y afirma con vigor que “lasustitución de los métodos de caridad por un derecho indiscutido a la vida o al sustento, no parece conformarse con la propia naturaleza humana. Consideraciones de naturaleza práctica, y no prejuicios metafísicos, aconsejan no promulgar leyes que amparen el ejercicio que derivarían del derecho al sustento” 1. Como se ve la oposición no puede ser más manifiesta.
Se trata pues de una cuestióncentral, por lo que consideramos que puede ser útil analizar algunos de sus aspectos más salientes, como una contribución para tratar de dilucidar mejor un tema tan complejo.
1. La definición de los bienes imprescindibles
A primera vista parece fácil distinguir entre la necesidad de bienes imprescindibles y placeres propios del consumismo y del hedonismo. Por cierto que hay una enorme distanciaentre la necesidad de alimentos de un niño desnutrido y la satisfacción que puede dar una comida de gran costo en un lujoso restaurante de moda. Sin embargo, en la práctica suelen presentarse considerables dificultades si quiere hacerse una diferenciación precisa.
En los documentos se afirma con claridad que “no buscamos la sociedad del bienestar dedicada a satisfacer las demandas insaciablesde ciudadanos consumidores”. Pero sí se pretende que cada persona tenga acceso a ciertos bienes básicos que se enumeran: “Estos bienes son: la salud, la educación, la seguridad, el hogar y la vivienda”. No sería difícil agregar otros rubros tales como las necesidades de esparcimiento, de la vida de relación o de un cierto confort, pero lo que importa es el concepto central.
De todas manerasparecería claro que lo que interesa es que una vez definidas adecuadamente cuáles son las necesidades de bienes imprescindibles se les otorgue una invariable prioridad sobre las que suelen llamarse necesidades “artificiales”, aunque no se sepa muy bien lo que esto quiere decir.
Tratar de precisar cuál es el alcance de lo que se designa como necesidades imprescindibles da lugar a dificultades...
No se puede redistribuir más de lo que se tiene.
A fines del último año se celebró en la ciudad de México una reunión de los Padres Provinciales de la Compañía de Jesús de América Latina. Como resultado de sus deliberaciones se elaboró (el 14 de noviembre de 1966) una Carta de los Provinciales titulada “El neoliberalismo en América Latina”. Su texto fuepublicado en CRITERIO en la edición del 13 de mayo de 1997.
Menos difusión ha alcanzado otro documento que acompaña la Carta de los Provinciales Jesuitas que se titula “Neoliberalismos en América Latina. Aportes para una reflexión común. Documento de trabajo”.
En estos dos textos se formula una dura crítica a la doctrina neoliberal y se enuncian las bases que podrían fundar lo que denominan“La sociedad que queremos”.
Un punto central de esta enunciación (reiteradamente expresado) es que en una nueva sociedad a construir, todas las personas deberían tener el derecho a acceder a los “bienes indispensables para la realización personal”. Sostiene asimismo que se debe procurar “que el Estado y sociedad” aseguren a todos el derecho a esos bienes.
Parece claro que se trata debienes económicos ya que el Documento de Trabajo afirma que el acceso a ellos debe garantizarse “independientemente de si las familias son capaces o no de comprarlos en el mercado” (sección 6.4, en la subsección titulada “Los bienes que todos merecen”).
Como se ve se trata de una posición enteramente opuesta a la que sostienen los más conspicuos defensores del neoliberalismo. Así, por ejemplo,Ludwig von Mises admite que “no hay inconveniente en atacar, en toda su plenitud, los preceptos éticos y religiosos que proclaman un deber ayudar fraternalmente a quienes la naturaleza condenó al infortunio”. Sin embargo cree que la dignidad humana padece con cualquier clase de caridad y que, en cierto modo, la dádiva corrompe tanto al que la da como al que la recibe. Y afirma con vigor que “lasustitución de los métodos de caridad por un derecho indiscutido a la vida o al sustento, no parece conformarse con la propia naturaleza humana. Consideraciones de naturaleza práctica, y no prejuicios metafísicos, aconsejan no promulgar leyes que amparen el ejercicio que derivarían del derecho al sustento” 1. Como se ve la oposición no puede ser más manifiesta.
Se trata pues de una cuestióncentral, por lo que consideramos que puede ser útil analizar algunos de sus aspectos más salientes, como una contribución para tratar de dilucidar mejor un tema tan complejo.
1. La definición de los bienes imprescindibles
A primera vista parece fácil distinguir entre la necesidad de bienes imprescindibles y placeres propios del consumismo y del hedonismo. Por cierto que hay una enorme distanciaentre la necesidad de alimentos de un niño desnutrido y la satisfacción que puede dar una comida de gran costo en un lujoso restaurante de moda. Sin embargo, en la práctica suelen presentarse considerables dificultades si quiere hacerse una diferenciación precisa.
En los documentos se afirma con claridad que “no buscamos la sociedad del bienestar dedicada a satisfacer las demandas insaciablesde ciudadanos consumidores”. Pero sí se pretende que cada persona tenga acceso a ciertos bienes básicos que se enumeran: “Estos bienes son: la salud, la educación, la seguridad, el hogar y la vivienda”. No sería difícil agregar otros rubros tales como las necesidades de esparcimiento, de la vida de relación o de un cierto confort, pero lo que importa es el concepto central.
De todas manerasparecería claro que lo que interesa es que una vez definidas adecuadamente cuáles son las necesidades de bienes imprescindibles se les otorgue una invariable prioridad sobre las que suelen llamarse necesidades “artificiales”, aunque no se sepa muy bien lo que esto quiere decir.
Tratar de precisar cuál es el alcance de lo que se designa como necesidades imprescindibles da lugar a dificultades...
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