El desafio de la identidad multiple en la sociedad globalizada
Fernando Aínsa (*)
Lamentablemente, hoy debemos ridiculizar utopías
que a veces fueron fecundas. La cultura es ingrata: necesita
profanar sus mitos para renovarlos.
Ticio Escobar.
A partir de este epígrafe inicial de Ticio Escobar habría que preguntarse si uno de los mitos a "profanar" en esta época "ingrata" no debería ser elde la identidad. Tanto se ha hablado de su importancia en estas últimas décadas, tanta retórica y lugares comunes se han acumulado sobre los rasgos que definen su tipología – étnicos, objetos "patrimoniales", historia, rituales, símbolos y costumbres – y sobre la idea de "ser nacional" en que se reconocen los habitantes de un territorio determinado, que vale la pena interrogarse sobre esta noción,especialmente en el marco de la sociedad globalizada en la que estamos proyectados.
Tener identidad ha sido tradicionalmente tener un país, una ciudad o un pueblo y hasta un barrio, donde se comparte una "mismidad" intercambiable. El "territorio identitario", lo que "enraiza", coincide con los límites de un estado, una lengua(1), una religión, una etnia, en resumen, con todo lo que puedesimbolizarse en una "cédula de identidad" o en el pasaporte necesario para cruzar fronteras, muchas veces cerradas defensivamente sobre sí mismas. Lo propio de una identidad cultural ha sido, pues, el producto del "cultivo" de un territorio que genera comportamientos e imprime "señas" en la que se reconocen los miembros de una comunidad, conciencia de semejanza (lo idéntico y compartido) que permiteestablecer las diferencias con los otros, con todos aquellos que no encarnan ni manejan los mismos códigos.
Estos repertorios de objetos comunes que tienen "una correspondencia específica con las formas locales que adopta la vida de una comunidad"(2), en la medida que se comparten con otros (los "idénticos" a uno), ratifican la idea de organicidad identitaria y fundan la noción de pertenencia. Sepertenece a un grupo y se pertenece a un sistema de valores. El "sentimiento"(3) de tener identidad está respaldado por la "seguridad" que brinda la pertenencia a un grupo cuya definición y cohesión reposa sobre un sistema común de valores y de instituciones, pretendidamente coherentes. Ese sistema, más o menos respetado según los individuos o los grupos, sirve de norma de referencia identitaria yfunda las creencias en que se sustenta. Se cree en la propia cultura, se cree en la Patria o en la Nación, se cree en los límites y fronteras donde empieza y termina una "mismidad", se cree en los mecanismos con que la identidad se defiende de contactos e intercambios y donde lo propio existe a partir de su oposición a lo extranjero y diferente. En algunos casos, se llega a afirmar que una identidadnacional se forja gracias a la tensión, cuando no a conflictos o guerras con los países vecinos.
Esta noción tradicional de identidad, concebida como universo autónomo, coherente y negándose a influencias exteriores, aunque históricamente haya cumplido su función, ahora es difícilmente sostenible. Lo distintivo ya no es siempre sinónimo de homogeneidad y no coincide necesariamente con unterritorio determinado. Menos aún puede reivindicarse como una colección de textos, objetos a conservar, raíces definidas, ritos y símbolos fijados de una vez para siempre, cuando no convertidos en estereotipos repetidos sin cuestionarlos. Las identidades no son impermeables las unas a las otras. Todo sistema identitario – es decir el conjunto de tradiciones culturales, sociales o históricas al que unacomunidad pertenece y a cuyo destino está uncida para lo mejor y lo peor – aunque se pretenda cerrado, es "poroso" y puede llegar a tener una relación "osmótica" con otros grupos o sistemas que lo impregnan, lo oprimen o lo favorecen.
Una reformulación de los parámetros identitarios se impone, pues, a partir de la pérdida de esa igualdad fundacional y de la crisis de las nociones de organicidad y...
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