El Desafio Del Pensar
“EL DESAFIO DEL PENSAR”
CARRERA: COMUNICACIÓN INSTITUCIONAL
MATERIA: FILOSOFIA
AUTORA: MARCELA SARA LUISA BLACK
San Carlos de Bariloche, 30 de octubre de 2009
PRIMERA PARTE
El texto seleccionado para la elaboración del presente trabajomonográfico es un artículo publicado por el diario La Nación que se titula “La filosofía se instala en los cafés porteños”, escrito por Loreley Gaffoglio, y el cual se reproduce a continuación:
Cultura
Sábado 24.10.2009
La filosofía se instala en el café porteño
En los bares emerge una nueva costumbre: reunirse para debatir temas de la vida cotidiana desde la tradición filosófica
• Se habla deamor, ética, miedos y sufrimiento, desde la perspectiva de diferentes pensadores
El pensamiento filosófico, con sus 2500 años de tradición, vive por estos días adhesiones fervorosas. El ágora de la tradición socrática se ha mudado a las calles y bares de Buenos Aires. Abundan los cursos, talleres, los foros de discusión en la web, pero por sobre todo los cafés filosóficos.
Allí, la filosofíase sacude la solemnidad y el academicismo. Se trenza con la charla y la ceremonia del café, y dispara su fuerza escrutadora al corazón de los temas de la vida cotidiana. Son los neófitos en las lides de la faena filosófica (profesionales, en su mayoría) los huéspedes fugaces de esta disciplina, cuyo uso actualizado ahora intenta escudriñar la propia vida y hurgar en las cuestiones mundanas de laexistencia.
Los miedos, el sufrimiento, la relación amorosa, la ética, el dinero, son algunos de los temas que se abordan en el ámbito del café filosófico. No hay escisión entre lo sagrado y lo profano: pareciera que lo que desvela al ser humano es materia de reflexión, sin jerarquizaciones de ese tipo.
El imán es la enjundia del pensamiento, las grandes ideas al alcance del hombre común. Segúnunos, trivializadas por la simplificación. Según otros, desprovistas de lo inextricable de su discurso y devueltas al lugar de donde nunca deberían haberse ido: el espacio público y la gente.
Lo cierto es que el auge de los cafés philos, como se los conoce en Europa y Estados Unidos, tiene su origen en el boom del mercado de libros que abrevan en la filosofía. El mundo de Sofía, de JosteinGaarder; El consuelo de la filosofía, de Alain de Botton, y Más Platón y menos Prozac, de Lou Marinoff, han potenciado la invocación de sabios y pensadores para revisar la propia existencia.
Hay otro condimento que se suma o explica el fervor metafísico. El diálogo socrático, la conversación como comunión de las personas, es una aliada fiel contra esa desazón que acecha con la fuerza de una plaga:los años 90 terminaron, pero la gente se sigue sintiendo sola. El café filosófico entonces sirve para el intercambio de miradas, para la proximidad y contacto con el otro, que se anima a desnudar lo más hondo de su pensamiento.
La filosofía práctica
Fundadora de la Asociación Argentina de Filosofía Práctica y becaria del Conicet, la licenciada en Filosofía Roxana Kreimer coordina todos los finesde semana cafés filosóficos en su departamento de Belgrano. Entre tortas de higos y litros de café, 400 personas por mes participan de las disquisiciones filosóficas. Escuchan primero la exposición de Kreimer sobre un tema previamente elegido para luego sumarse al debate.
Es viernes por la noche, y Kreimer aborda un tema más que convocante: la infidelidad. Habla del respeto a los pactospreexistentes en la pareja y explica el concepto de pasión que abrazaba Sócrates ("el deseo surge de aquello de lo que carecemos y si deseamos lo que tenemos es exclusivamente por miedo a perderlo"). Unas 40 personas (mujeres profesionales de más de 40 años en un 70%), escuchan con atención cómo se desgrana una temática que, al parecer, no resulta ajena ni lejana. Un eco de risas festeja tanto un...
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