El desconocimiento del inconciente. André Green

El inconciente y la ciencia.
7. desconocimiento del inconsciente. André Green
Palabras preliminares:
Después de la realización de los debates sobre el inconsciente y la ciencia se ha demostrado la posibilidad de discutir este tema, además de que el interés que despierta no es fruto del azar ni de una moda repentina.
Entre las dos guerras mundiales, en donde los progresos de la física modernaestaban a la orden del día, se asistió a un florecimiento de epistemólogos; en donde los científicos se hicieron filósofos en la discusión sobre el conocimiento que la física podía alcanzar acerca del mundo,y sobre la influencia del observador, lo cual no incluyó todavía ninguna interrogación acerca del papel de éste en función de la constitución del observador mismo. Después de la segunda guerramundial, mediados de 1950 el descubrimiento del código genético, desarrollo de la biología molecular y los progresos obtenidos en los conocimientos del cerebro imprimieron en la epistemología de la época un tono nuevo.
Gracias al conocimiento del cerebro era como al fin se iba a comprender lo que significaba conocer, lo cual hasta entonces por falta de conocimientos había resultado imposible.Reivindicando para sí ser el único acceso a lo que pudiera considerarse como verdadero, llegando así a su término la coexistencia más o menos pacifica que la ciencia había mantenido con otras formas de saber, el saber no científico en general, que puede extraerse del arte de la filosofía o de la religión; pasando a ser objeto de una mirada nueva todas éstas ramas del saber que ya no se las pudoconceder como científicas ya que a este saber diferente le faltaban todos los criterios que le permiten distinguir el saber del no saber. Para la mirada de la ciencia no se disponía de pruebas que permitieran aplicarles la discriminación entre lo verdadero y lo falso y todo lo que se situaba por fuera de la ciencia si bien no era por entero falso en ningún caso podía acceder por entero al orden de laverdad, que únicamente la ciencia tenía el poder de conferir. Incierto, pues en el límite, no existente en verdad.
De esta posición se pasó a una más ofensiva, se cuestionó las disciplinas recientes que se habían instituido como ciencias humanas para adoptar el nombre menos prestigioso de humanidades, rechazando ellas la exclusión y animadas por un movimiento de identificación que las atraíahacia las ciencias exactas, intentaron optar una conversión en sus métodos de trabajo a fin de superar la desventaja y acercarse al modelo constituido por las ciencias exactas.

¿Y el psicoanálisis? No se escapaba a estas críticas y tampoco admitía siquiera situarse en la órbita de las ciencias humanas, en el afán de preservar su originalidad; pero en realidad termina ocupando ahora el lugar quele conferían antes a la teología o la filosofía. La ciencia debía llamar al orden a ese saber que pretendía esclarecer los pensamientos y los actos de los seres humanos con unas hipótesis que destronaban a la razón por inconsciente indemostrable. Los científicos solo pueden interpretar al psicoanálisis como una versión espiritualista, en tanto que invocaba lo psíquico de los fenómenos humanos cuyodeterminismo material no es inmediatamente visible viéndose así como un antagonismo del procedimiento científico.
No se trata de reivindicar la pertenencia del psicoanálisis a la ciencia, las razones de fondo del psicoanálisis como forma de comprensión de lo singular, lo individual, de lo particular que como tal es incompatible con la ciencia que lo es de lo general. Convierte al psicoanálisisen el último refugio de un abordaje opuesto al proceder anonimazante de la ciencia. Acá Green va a dar una opinión de los psicoanalistas que querrían considerar al psicoanálisis como parte integrante de la ciencia, como sufren la influencia de la ideología de la ciencia, que pretende convencer de que ella sola posee el acceso al conocimiento verdadero, no ven otro medio de comunicar su confianza...