El Dessasossego De Pessoa
»Pienso a veces, con un deleite triste, que si un día, en un futuro al que ya no pertenezca yo, estas frases que escribo durasen con loor, tendré por fin gente que me “comprenda”, los míos, la familia verdadera para en ella nacer y ser amado. Pero, lejos de ir a nacer en ella, habré muerto hace mucho. Seré comprendido sólo en efigie, cuando el afecto ya no compensea quien murió del desafecto que sólo tuvo cuando estaba vivo [...] Sólo a los muertos sabemos enseñar las verdaderas reglas de vida.
Hace setenta años que murió el hombre que garabateó este pensamiento. Debido a un cólico biliar había sido ingresado en un hospital lisboeta. En la noche estrellada del 30 de noviembre de 1935, al filo de las ocho y media, Pessoa habló : “Déme mis gafas”asegura un testigo que para ver más claro, cuando ya su vista se nublaba y el mundo se le escapaba. Pero nosotros, lectores ávidos, presentes “comprendedores de su obra”, sabemos que lo que auguraba no es cierto pues a cada momento resuenan al ser leídos sus pensamientos y sus poemas. Sus palabras eternas llenas de eterna saudade. En el “Livro do Desassossego” (de uno de sus heterónimos llamadoBernardo Soares) , inédito en vida y que finalmente salió a la luz en el año 1982, el poeta entre muchísimas otras cosas nos dice :
»La mayoría de los jóvenes ha escogido la Humanidad como sucedáneo de Dios. Pertenezco, sin embargo, a esa especie de hombres que están siempre al margen de aquello a lo que pertenecen, no ven sólo la multitud de la que son, sino también los espacios que hay allado. Por eso no he abandonado a Dios tan ampliamente como ellos ni he aceptado nunca a la Humanidad.
¿Cómo puede un hombre entreverado de sueños abandonar la idea de un Creador? El fragmento data del año 1930, cinco años antes de su muerte y curiosamente está emplazado en el inicio de la obra citada. Confesión para un lugar a medio camino entre la tradición cristiana y el humanismo modernoel cual toma al hombre como la medida de todo. En otro fragmento más adelante nos sigue contando sus “principios” vitales acerca de Dios :
» Así, no sabiendo creer en Dios, y no pudiendo creer en una suma de animales, me he quedado, como otros de la orilla de las gentes en esa distancia de todo a que comúnmente se llama Decadencia.
Perfecto E. Cuadra, en el prólogo de “Máscaras yParadojas”, dice : “afirmo hoy al “Poeta” del hombre ¯ del hombre “occidental” ¯ en la encrucijada de la Modernidad : resumen de una tradición cultural y particularmente poética; experiencia poética e intelectual de la crisis profunda de valores, de símbolos y signos sobre los que dicha tradición se ha levantado [...] Alguien dijo hace tiempo que vivíamos en la “era Pessoa”, y esta evidencia, meatrevo asegurar, se irá a acentuando aún más en los próximos años a medida que se vaya conociendo en su totalidad [...] la inmensa y inextricable obra del autor portugués”.
Vayamos con la forma de sentir de Pessoa ¿Tendrá que ver con desarreglos mentales lo que lo aleja de la pretendida “normalidad”? La forma de expresarse es impecable, personalísima, a veces absurda como absurdo es loque siente, supongo, cuando lo mira con ojos racionales. Pero bello, siempre es bello y acertado en su descripción. Un personaje triste en una obra antigua al que hay que amar, no se ha de aceptar otra cosa :
»Todo se me evapora. Mi vida entera, mis recuerdos, mi imaginación y lo que contiene, mi personalidad, todo se me evapora. Continuamente.
Un reciente diagnóstico de un psiquiatraportugués Mario Saraiva eleva a “esquizofrenia con síntomas específicos de paranoia” el desorden mental de Pessoa. Esto no quita ni añade nada; digamos que suma pues no habrá existido en la historia de la literatura un esquizofrénico tan inspirado y genial capaz de autoanalizarse que no de autosocorrerse. El mismo Pessoa dice de sí mismo :
»Soy un neurasténico con predominio del elemento...
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