El Destino De Yonny Ralo

El destino de Yonny Ralo.

Yonny Ralo era un hombre ordinario como muchos. Tenía un empleo por el cual
recibía un salario cada fin de mes, era padre y esposo, era un vecino aceptable al
que no le gustaba saber de chismes ajenos, y era dueño de una casita en un
complejo de viviendas en un suburbio de Montevideo.
Entre otras características, tenía 38 años cumplidos, cabello castaño, ojos colorocre, cejas un tanto espesas, nariz que entraba en la calificación de aguileña,
rostro de rasgos redondos, y una franca, muy franca sonrisa.
Solía llevarse bien con todo el mundo, hasta que, como solía pasar a veces,
alguien criticaba su condición.
¿Cuál era esta? Pues la de ser ateo, ya que Yonny no creía en Dios ni un poquito.
En todo el complejo solo él y una vecina, muy amiga de la familia Ralo,llamada
Amparo, eran los únicos no creyentes en el lugar. A pesar de todo, eran muy
pocos aquellos que lo miraban con malos ojos, ya que la mayoría eran tolerantes y
por otro lado, apreciaban a aquel hombre sin Dios.
Sin embargo, algunas veces había sucedido todo lo contrario, como la vez que un
pastor evangélico llegó por su casa, (enviado por la traga biblias de su suegra) con
intenciones dehacerle cambiar de parecer, intentando que se “encarrilara”, según
él, por el camino de Dios.
El resultado de aquella visita fue la amenaza de Yonny, la cual, si el pastor no
abandonaba su casa en el acto, le aseguraba que se comería un buen guiso de
dientes y muelas. Por supuesto que ante tal amenaza el pastor puso pies en
polvorosa.
Porque Yonny era ateo, sin duda, y también odiaba de corazón aestos
desgraciados que, ocultándose tras la biblia y haciéndose los “santitos”, se
llenaban los bolsillos a costas de un montón de ignorantes que acudían a dejarle
su dinero cada domingo, o sábado, o cuando demonio fuera.
((¿Cómo podían creer en un ser que, supuestamente siendo tan poderoso, permitía
que ocurriesen las atrocidades que todos los días eran el alimento principal de los

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noticieros?))Se preguntaba Yonny, mientras la pantalla del televisor se llenaba de
Guerras, homicidios, violaciones, niños muertos de hambre comiendo basura etc.,
etc. ¿Dónde estaba ese supuesto poder?
Y entonces llegaba la clásica contestación de curas, pastores, rabinos, y todos esos
que estaban al mando de una iglesia: “Dios sabe lo que hace”, si, como no tienen
una respuesta viable eso es lo que te dicen:“Dios sabe lo que hace”. Y si bien
existían otras contestaciones similares, aquella era una de las más usadas: “Dios
sabe lo que hace”. Pero la verdad es que no sabía nada. Porque Yonny Ralo era
ateo, sin duda, y no lo ocultaba para nada pues no tenía temor de decírselo ni
siquiera al mismísimo papa.
Esa era la guerra personal de Yonny Ralo, cuyo objetivo, era que le permitieran
creer en paz enlo que quisiese. Ya que el daba su opinión, pero no iba en busca
de creyentes para meterles a la fuerza en la cabeza sus ideas y hacerlos cambiar de
parecer.
Cualquiera diría que este hombre ateo haría una excelente pareja con Amparo, su
vecina, también atea, pero sin embargo, no era así.
Yonny estaba casado con una atractiva mujer de 25 años, que en lo que se refería
a creencias era todo locontrario a él.
Diana Freich de Holeique tenía el cabello ondulado y rubio, (el de Yonny era
lacio total) ojos grises, cejas muy finas y nariz respingada. Sus delicadas
facciones contrastaban con un carácter más bien fuerte.
Diana profesaba la religión evangélica. Arraigada en su familia por parte de
madre con mucha firmeza, sus largas raíces abrazaban a más de tres generaciones.
Amanda Freich deHoleique, madre de Diana, llevaba el evangelismo tan asido a
ella como una garrapata a un perro gordo.
Para ella, nada era más importante que Dios. Podía, sin remordimiento alguno,
sacarle la hogaza de pan de la boca a un niño y luego comérsela, si con eso la
“acercaba” más al reino de este ser inexistente.
Era la persona más religiosa de la iglesia de la ciudad en que vivía, además de
tesorera del...