El Destino Y Sus Pruebas

El síndrome de Down y el destino
Con motivo de una emotiva celebración realizada este
domingo pasado en el colegio Benalcázar de la ciudad de
Quito, al que se ha bautizado 3/21, por la trisomía delpar #21
del cromosoma humano el cual genera esta disfunción, me
permito compartir la siguiente reflexión:
Cada vez que presenciamos y admiramos talentos en las
varias disciplinas humanas, como laciencia, el arte, el
deporte, en los cuales descuellan individuos con
impedimentos en su persona, ya sean éstos de nacimiento o
por hechos accidentales en sus vidas, meditamos en que
tales son muestras decómo operan los Ángeles del Destino
para ayudarnos a equilibrar nuestras energías subvertidas por

nosotros mismos y las oportunidades que perdemos por una
necia miopía conciencial al coartar losdestinos que también
en los cielos decidimos vivir previamente, sin saber que esa
sabiduría sobrepasa el entendimiento y recaudos actuales de
la ciencia y de sus avances médicos.
Padres e hijos,hermanos, la misma familia, agnados y
cognados, la sociedad entera, están siempre inmersos y
entrelazados de alguna manera en sus haceres -la física
cuántica intenta revelar y extender en sus investigacionesy
resultados estas premisas- pero cómodamente creemos que
una situación dura y sacrificada como es la de acoger en el
seno del hogar a un niño con cierta discapacidad ó con lo
que ahora le denominan‘dotado de habilidades especiales’
(el caso de un niño asiático prodigio, ciego completamente y
su arte desplegado en el piano, interpretando las más
complejas piezas musicales de Franz Liszt, es un buenejemplo
de esa más honrosa manera de calificar un suceso como
aquel) se cree que es una maldición o al menos una
desgracia para muchos de los involucrados, los cuales están
obligados a protegerle yayudarle con amor, solidaridad y
dando lo mejor de sí. No comprendemos que previamente en
los planos invisibles habíamos ya todos concertado los rasgos
fundamentales de nuestra aventura vital con...