El Dia Que Le Cante A Mirta

El día que le canté a Mirta

El tema es así: Como saben yo me dedico al canto entre otras cosas, y en un momento de mi vida me decidí ir a probar suerte a Bs. As. Que es la capital, no solo de larepública, sino, también del tango, que es la rama de la música en que yo me muevo como pez en el agua.
Aquellos eran tiempos fuleros, de poca liquidez económica, cuestaarriba como quién diría. Le debía al diariero, al verdulero, al carnicero, pero a la que le debía mucho en realidad era a la almacenera. Pobre santa. Así fue que pegué un par de actuaciones bienremuneradas y bueno pude acomodar un poco las deudas, pero claro, a la que no pude saldar fue a la del almacén
(Porque por otro lado los tangueros compramos en almacenes y no en supermercados).
Y al fin partía buscar mi sueño con la promesa de volver a saldar cuentas con la almacenera del barrio.
Los primeros días fueron de mucha adrenalina, mucha emoción y un sin fin de cosaspor descubrir; todo me parecía fantástico. Incluso con algo de suerte por que pude hacer algunas actuaciones en escenarios menores. Estar frente al obelisco fue algo sublime. Es un pedazo de cementoerguido en medio de una calle. Claro que no es cualquier calle… es la calle mas ancha del mundo. Parado frente a él con la cabeza hacia arriba me sentía parte de esa historia viviente que día a día seelabora el las calles porteñas. Y si de calles hay que hablar, que decir cuando giré a mi derecha y sume mis primeros pasos a los millones de pasos que hacen de Corrientes la otra institución en símisma. Allí se concentran todas las estrellas del país. El solo hecho de estar en aquel lugar es un logro.
Bueno, no quisiera extenderme mucho con detalles q no vienen al caso.Lo cierto es que la fortuna no se terminaba de definir a mi favor porque, con el paso de los días, cada vez se me hacía más difícil conseguir contrataciones. Pero mirá como son las casualidades, que...