El Diario De Amanda Diaz
Corrían los años del porfiriato y la hija mayor del señor presidente vivía días de esplendor junto con la alta sociedad de este país, esa que se hacía cada vez más rica,mientras el pueblo se hacía más pobre y don Porfirio más viejo. Amada Díaz había nacido fuera del matrimonio en 1867, su madre, Rafaela Quiñones, la entregó a su padre en 1879 cuando este ya estaba enel poder. Delfina Ortega primera esposa de don Porfirio y después Carmelita Romero Rubio, la cuidaron y aceptaron como hija propia.Estuvo casada desde 1888 con Ignacio de la Torre y Mier, unempresario interesado en casi todo lo que le diera poder, más dinero e influencia a pesar que provenía de una de las familias más acaudaladas y mejor emparentadas del país.
Amadita Díaz y su esposo eranparte de una suerte de realeza que, organizaba suntuosos bailes y los diarios lo reseñaban con gran detalle:
Como había anunciado la prensa el año de 1898 se iniciaba con el suntuosísimo baile tantasveces pospuesto del magnate Ignacio de la torre y de su bella esposa Amada Díaz, en su casa de recreo, casa palaciega de Tacubaya, decorada para esa noche del sábado 1 de enero con lujo y buen gustoacordes a la opulencia y jerarquía social de los anfitriones
¿Qué podría preocupar a la princesa del porfiriato? Tal vez nada pero como todas las familias de la realeza guarda oscuros secretos queseguramente se hicieron más pesados después de 1911 cuando la Revolución llevó al exilio a su padre. Con la premisa de los pesares de Amadita fue que Ricardo Orozco (historiador fundador del Centro deEstudios Históricos del Porfiriato), escribió una novelita a modo de álbum que da voz a nuestra princesa y en la que compartimos sus lágrimas y profunda soledad entre recuerdos y crónicas entre 1911 y1918 con la muerte de su esposo.
Amadita Díaz
Una mujer profundamente creyente, bastante culta, temerosa del qué dirán y un tanto vanidosa, resiente el abandono de su esposo “quien no le cumplía”...
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