El Diario De Noah
Ahora Gus lo visitaba un par de noches a la semana, casi siempre a eso de lasocho. Con cuatro hijos y doce nietos en casa, necesitaba escapar de vez en cuando, y Noah lo entendía. Gus solía llevar su armónica consi-go, y después de charlar un rato, interpretaban algunas canciones juntos. A veces tocaban durante horas.
Había llegado a considerar a Gus como un miem-bro de la familia. En realidad, tras la muerte de su padre, ocurrida un año antes, estaba solo en el mundo. Erahijo único; su madre había muerto de gripe cuando él tenía dos años, y él nunca se había casado, aunque en una ocasión quiso hacerlo.
Una vez había estado enamorado; de eso estaba seguro. Sólo una vez, una única vez, mucho tiempo atrás. Y aquella experiencia lo marcó para siempre. El amor perfecto deja huella, y el suyo había sido perfecto.
Las nubes de la costa comenzaron a desplazarselentamente por el cielo del atardecer, tiñéndose de plata con el reflejo de la Luna. Mientras se cerraban sobre él, Noah echó la cabeza hacia atrás y la apoyó sobre el respaldo de la mecedora. Sus piernas se movían mecá-nicamente, manteniendo un ritmo constante, y como tantas otras veces, evocó un cálido atardecer como ése, catorce años antes.
Todo había empezado en 1932, poco después de su graduación,la primera noche del festival de Neuse River. El pueblo entero estaba en la calle, disfrutando de la barbacoa y los juegos de azar. Era una noche húmeda; por alguna razón, recordaba claramente ese detalle. Había llegado solo, y mientras se abría paso entre la multitud, buscando a algún conocido, vio a Fin y a Sarah, dos amigos de la infancia, charlando con una desconocida. Recordó que la chica lehabía parecido bonita, y que cuando finalmente se unió al grupo, lo había mirado con unos ojos brumosos que todavía lo obsesionaban.
—Hola —dijo simplemente y le tendió la mano—. Finley me ha hablado mucho de ti.
Un comienzo vulgar que sin duda habría olvidado si se hubiera tratado de cualquier otra persona. Pero cuando le estrechó la mano y vio esos impresionantes ojos color esmeralda, supo deinmediato que podría pasarse el resto de su vida buscando una mujer seme-jante y no encontrarla nunca. Tan extraordinaria, tan perfecta le pareció mientras la brisa estival soplaba entre los árboles.
A partir de ese momento, fue como si lo arrastrara un viento huracanado. Fin dijo que ella pasaría el verano en New Bern con su familia porque su padre trabajaba para R.J. Reynolds, y aunque él selimitó a asentir con la cabeza, la mirada de la chica hizo que su silencio pareciera apropiado. Fin rió, porque intuía lo que estaba pasando, y Sarah sugirió que compraran unas gaseosas y se quedaran en el festival hasta que la gente se marchara y los puestos cerraran.
Se vieron al día siguiente, y al siguiente, y pronto se hicieron inseparables. Todas las mañanas, excepto los domingos, cuando éltenía que ir a la iglesia, Noah terminaba sus tareas lo antes posible, e iba directamente a Fort Totten Park, donde ella lo esperaba. Dado que la chica acababa de llegar y nunca había estado mucho tiempo en un pueblo pequeño, se pasaban el día hacien-do cosas completamente nuevas para ella. Noah le enseñó a enganchar el cebo al anzuelo y a pescar percas en los bajíos, y la llevó a explorar laszonas más alejadas de Croatan Forest. Paseaban en canoa, contemplaban las tormentas eléctricas de verano, y muy pronto fue como si se conocieran de toda la vida.
Pero también Noah aprendió cosas nuevas. Duran-te el baile del pueblo, en el granero del tabacal, ella le enseñó a bailar el vals y el charleston, y aunque al principio él se movía con torpeza, la paciencia de la joven finalmente dio...
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