el diario de un profesor

AURA
Carlos Fuentes
Felipe Montero leyó un aviso en el periódico. Que solicitan un historiador que hable francés. Montero siente que el puesto ha sido creado para el pues llena todos los requisitos incluidos, la dirección corresponde a una casa antigua en el centro de la ciudad, en las calles de donceles. En el anuncio espesifican que nohay teléfono y se debe acudir en persona.
Se decide y acude. Toca en vano, nadie abre; pero la puerta cede a un ligero empujon.
Se encuentra dentro de un patio húmedo y oscuro lleno de plantas. Camina a tientas y oye la voz de la señora Consuelo muy lejana que le da instrucciones muy precisas de cómo suba hacia donde se encontraba la señora Consuelo.
Felipe obedece las instrucciones pocotemeroso al ver que la casa estaba alumbrada solo con velas.
Camine trece pasos hacia el frente y encontrara la escalera a su derecha. Suba por favor, son veintidós escalones, cuentelos. Trece. Derecha. Veintidós. Cuentas en voz baja hasta veintidós y te detienes, con la caja de fosforos entre las manos, el portafolio apretado contra las costillas. Tocas esa puerta que huele a pino viejo y húmedo;buscas una manija; terminas por empujar y sentir , ahora, un tapete bajo tus pies. Empujas esa puerta – ya no esperas que alguna se cierre propiamente; ya sabes que todas son puertas de golpe- y las luces dispersas se trensan en tus pestañas, como si atravesaras una tenue red de seda. Solo tienes ojos para esos muros de reflejos , donde parpadean docenas de luces. Consigues, alcavo, definirlas,como veladoras, colocadas sobre repisas y entre paños de ubicación asimétrica. Levemente, iluminan otras luces que son corazones de plata, frascos de cristal vidrios enmarcados.Y solo detrás de este brillo intermitente veras, al fondo la cama y el signo de una mano que parece atraerte con su movimiento pausado.
Se llama Consuelo LIorente y es una mujer muy anciana, le explica que el trabajoconciste en ordenar y complementar los papeles que, escritos a manera de diario dejo su esposo, muerto hace cuarenta años. Uno de estos requisitos es de que Montero se quede a vivir en la casa.
El, en principio se resiste, hasta que de pronto aparece de forma imprevista, Aura. La anciana la presenta como su sobrina y compañera .
Aura mantiene los ojos cerrados temiendo los fulgores de la recamarahasta que los abre poco a poco y son unos ojos verdes muy bonitos pero a la vez tristes llenos de miedo.
Es ahí donde Felipe decide quedarse a vivir en la casa. Se enamora de Aura; Siente que debe protegerla y sacarla de esa pricion que la señora Consuelo le había asignado.
Cenan juntos esa noche porque la señora Consuelo se retira, no se siente bien pero lo ve al final de la cena, le entrega lallave de un baul y le pide que tome de ahí el primer fajo de papeles con el que va a empezar a trabajar.
Pero en esa casa muy antigua pasaban cosas que Felipe no se podía explicar como los maullidos de gatos revolcándose en el patio oscuro y húmedo; Felipe se trepa de el tragaluz y loga verlos luego de lo que vio no alcanzaba aa comprender como es que la vieja estaba poco loca.
Felipe sepreguntaba que edad tendría la señora Consuelo porque se veía super viejecita Aura lo sigue impresionando con su silencio mientras la señora Consuelo habla y Aura imitaba todos los movimientos de la señora Consuelo por que asi se lo exigia ella.
Esa noche Montero logra tener a Aura en su cuarto que ella le de una cita para el dia siguiente esta vez en la recamara de la joven.
Por la mañana Monterorecibe un segundo fajo de manuscritos y en ellos lee como el general LIorente en 1867, describe a su esposa como una joven quincieñera muy hermosa de ojos verdes ahí Felipe se da cuenta que la anciana tenia 109 años.
Sabe ahí el porque vive Aura en esa casa para que siguiera viva la imagen de juventud de la señora Consuelo.
Felipe arroja los papeles al suelo y se dirige hacia el único lugar que...