El dilema de WOLLSTONECRAFT
Hasta aquí, me he ocupado de la estructura patriarcal del estado de bienestar, . pero esto es tan sólo parte del cuadro; el desarrollo del estado de bienestar también ha representado retos al poder patriarcal y ayudó a generar los fundamentos para una ciudadanía autónoma de las mujeres. Las mujeres han percibido el estado de bienestar como uno de sus principalesmedios de sustento. Mucho antes de que las mujeres ganaran la ciudadanía formal, hacían campañas para que el estado proveyera asistencia, en particular, para el bienestar de las mujeres y niños; y las organizaciones de mujeres y las activistas mujeres han continuado sus actividades políticas alrededor de cuestiones de bienestar, no menos que en oposición a su estatus como 'dependientes'. En 1953,la feminista británica Vera Brittain escribió acerca del estado de bienestar establecido mediante la legislación de la década del cuarenta que 'en él las mujeres han llegado" a ser fines en sí mismas y no tan sólo medios para los fines de los varones', y su 'valor único como mujeres fue reconocido' (Brittain, en Dale y Foster, 1986, p. 3). En retrospectiva, Brittain fue claramente sobre-optimista"en su afirmación, pero quizás hoy existe la oportunidad para empezar a desmantelar la estructura patriarcal del estado de bienestar”. Durante la década de los ochenta, los grandes cambios en la posición social de las mujeres, las transformaciones tecnológicas y estructurales dentro del capitalismo, y el desempleo masivo, indican que gran parte del fundamento de la dicotomía proveedor/dependiente, y de la sociedad del empleo misma, está siendo socavado (si bien ambos siguen siendo vistos como ideales sociales). El contexto social de los dos dilemas de Hegel está desapareciendo. Como revela la actual preocupación por la 'feminización de la pobreza" existe hoy en día una sub clase de mujeres que están directamente conectadas con el estado como beneficiarias, antes que -indirectamente- comodependientes de los varones. Su exilio social es tan aparente como lo fue para Hegel el de los varones trabajadores pobres. El cambio social hace que hoy en día sea más difícil restarle importancia a las paradojas y contradicciones del estatus de las mujeres como ciudadanas.
Sin embargo, la cuestión de cómo podrían las mujeres convertirse en ciudadanas plenas de un estado de bienestardemocrático es más compleja de lo que podría parecer a primera vista, porque es sólo en la actual ola del movimiento feminista organizado que la separación entre las esferas públicas y privadas de la vida social ha llegado a se ser vista como un problema político central. Desde 1860 hasta 1960, las mujeres fueron activas en la esfera pública: 'las mujeres lucharon no sólo por medidas de bienestar y pormedidas para garantizar la seguridad pública y privada de las mujeres y las niñas, sino también por el derecho al voto y la igualdad civil; las mujeres de clase media -lucharon por tener acceso a la educación superior, y las profesionales y las mujeres sindicalistas lucharon por condiciones laborales decentes, y por salarios y descanso por maternidad. Pero la perspectiva liberal-feministacontemporánea, particularmente prominente en los Estados Unidos, y que señala que lo que se requiere por encima de todo, son leyes y políticas neutras en términos de género, no ha sido compartida de manera amplia.10 En general, hasta los sesenta, el centro de atención en el estado de bienestar estuvo entrado en medidas que garantizasen que las mujeres tuvieran un apoyo social adecuado, y por tanto un adecuadorespeto social, al llevar a cabo sus responsabilidades en la esfera privada. El problema es de si, y cómo, tales medidas pueden ayudar a las mujeres es su lucha por lograr la ciudadanía plena. En Gran Bretaña, en 1942, por ejemplo, muchas mujeres saludaron el párrafo del Informe Beveridge que he citado, porque, se decía, otorgaba un reconocimiento oficial al valor del trabajo no remunerado de...
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