El dilema del prisionero

EL DILEMA DEL PRISIONERO

El “dilema del prisionero” un cuento que se atribuye a A.W. Tucker, constituye la ilustración clásica de las consecuencias adversas de la maximización de la utilidad. Fredy Ed cometieron un grave delito (la fiscal del distrito no tiene dudas al respecto), pero parte de la prueba necesaria para asegurar una convicción es, desgraciadamente, inadmisible en el tribunal.Con todo, la fiscal del distrito ha logrado encerrar a Fred y a Ed y mantenerlos incomunicados entre sí. Ella los ha acusado de cargos que, aunque menores, siguen siendo graves y confía poder obtenerseconvicción por éstos.
Los visita por separado, y a ambos les cuenta el mismo cuento y les hace la misma proposición: “Confiese que se ha descarriado y el crimen que cometió”, le dice a uno, “y, sisu antiguo socio no confiesa, yo convenceré al jurado de que usted es un hombre reformado, y su exsocio la encarnación del mal, el juez lo sentenciará a usted a un año de prisión y a él a diez. Siusted no confiesa y su antiguo socio lo hace, ya puede usted imaginar cual será su destino. Y si ninguno de los dos decide confesar, propondré que condenen a ambos a dos años de prisión.
“Pero ¿quéocurre si ambos confesamos?” pregunta Fred (o Ed). “En este caso”, dice el fiscal, “dejaré que la justicia siga su curso natural. Se trata de un delito grave y estimo que les condenarán a cinco años a cadauno.” Sin agregar nada más, la fiscal se retira y deja a Fred (o a Ed) en solitaria reflexión.
Lo único que interesa a cada uno de los prisioneros es minimizar el tiempo que ha de pasar entre rejas,y ambos razonan: “Si él confiesa, a mí me conviene confesar, de lo contrario, pasaré dentro diez años. Si no confiesa y yo sí, saldré en un año. Por tanto, haga él lo que haga, me conviene confesar.En realidad (siendo ambos estudiantes de la racionalidad estratégica y de la teoría de los juegos) en esta situación hay un solo resultado en equilibrio, el producto de la confesión de ambos. No...