El diseñador valorizado
Nigel Whiteley
El texto critica enfoques educativos que han generado disfunciones en la formación de los diseñadores. Éstos son, el diseñador formalizado, el teorizado, el consumista y el tecnologisista. Ante eso el autor propone el concepto de diseñador valorizado.
valor, S. m. audacia, coraje, valentía, osadía. - valorización, S. f. acto o efecto devalorizar(-se).- valorizar, V.t. dar valor o valores a.- valeroso. Adj. que tiene valor o valentía; desvergonzado, valiente, esforzado. [del lat. valor, -oris].
Entre las características comúnmente atribuidas a la condición posmoderna, resalta la significativa erosión de la distinción entre “teoría” y “práctica”. Los escritores posmodernos insisten en demostrar que ninguna práctica es “inocente”, que lateoría misma es una práctica, y que toda práctica puede teorizarse y tiene implicaciones teóricas. Algunos autores llegan al extremo de argumentar que esta distinción ya no existe: la teoría y la práctica no serían siquiera los dos lados de una misma moneda, pues la moneda misma sería falsa o, por lo menos, pertenecería a un medio circulante oscuro y obsoleto. Estas afirmaciones se basan, en granmedida, en los importantes avances tecnológicos del pasado reciente: la creciente aplicación de la informática tiende a reducir las distinciones esenciales entre los instrumentos y los ambientes de trabajo que se utilizan en el estudio “práctico” y “teórico” del diseño, ya que han modificado tanto los procesos de creación y desarrollo de proyectos, por un lado, como los procesos de investigación yrecopilación de información, por el otro. La erosión de la distinción entre teoría y práctica es síntoma de un desmoronamiento más amplio de las fronteras que separaban a las disciplinas, a las áreas de conocimiento y a las metodologías científicas. Antes concebidas como independientes, autónomas y compartimentadas, las disciplinas tradicionales dan lugar hoy a la interdisciplinariedad, otro síntomacaracterístico de la condición posmoderna.
La enseñanza del diseño ha ido cambiando de una manera frecuentemente aleatoria, reaccionando a cambios circunstanciales o ideológicos en vez de transformarse a través de una revaluación radical de sus prioridades y necesidades. El presente artículo - que parte de mi propia experiencia en la enseñanza de teoría e historia del diseño a alumnosvinculados, en su mayoría, a cursos prácticos de diseño - constituye un intento de detallar algunas de las implicaciones que tienen las transformaciones culturales arriba señaladas y propone la necesidad de desarrollar el modelo de un nuevo tipo de diseñador que pueda comprender la cuestión de los valores de una manera mucho más profunda y compleja que la que suele darse en nuestros días.
Me parecesimplista afirmar que la distinción entre teoría y práctica ya no existe; de hecho, esa noción es incapaz de resistir un análisis sistemático. Creo, sin embargo, que las diferencias se han confundido tanto, que hoy la relación entre ambos polos es más parecida a un espectro que a una simple dicotomía. Para explicar mejor estas dos formas de concebir la relación entre teoría y práctica puedehablarse, por un lado, de un modelo de “fusión” que presupone una amalgamación en la que ambas cosas pierden totalmente su especificidad y se convierten en lo mismo y, por otro lado, de un modelo de “continuo” que admite la interrelación y la interdisciplinariedad - incluyendo la interpenetración entre teoría y práctica -, pero que también admite la existencia de diferencias importantes e incluso laseparación propiamente dicha entre ambos extremos del continuo.
Estas distinciones son importantes. La interpenetración no equivale a la amalgamación y, en el caso de los diseñadores, todavía existen habilidades que sólo pueden adquirirse a través de la práctica en el taller (o en la oficina, sobre el restirador, etc.) y otras que surgen del aprendizaje teórico y del salón de clases. Una...
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