El docente

El docente y su modelo educativo

Revisar cada elemento que conforma el Modelo Educativo de la Universidad en la que laboro, así como dimensionar el tamaño y sus alcances cuantitativos ycualitativos, me permite escudriñar los pensamientos y valoraciones que he construido en mi ejercicio docente.

Me permite restaurar lo desdibujado en el tiempo, lo desgastado por las experiencias notan gratas, esos claros u oscuros que vivimos y empañan el brillo, pero que fortalecen y perfeccionan las destrezas para obtener el mejor provecho de la actividad de educar en beneficio delque aprende y el que enseña.

Provoca además, el reto de conservar la agudeza de distinguir los aciertos y errores, en pos de un ideal humano que forjamos en la cotidianeidad de las aulas, eldiseño de estrategias, la elaboración de programas y la convivencia humana tan diversa.

Los planteamientos constructivistas, cuestionan el desempeño personal y ajeno, despiertan dudas sobresi habremos de estar capacitados en el mismo enfoque que pretendemos educar, y no creer que por leer un texto sobre constructivismo ya sé como hacer constructivismo, mas bien creo, que tengo quevivir el constructivismo, o mejor aún construir el constructivismo.

Me permite distinguir el cliché constructivista que impregna en ciertas ocasiones los discursos, cuya única virtud es la de serintencionados, que son signos de un inicio al menos, pero que requerirán de mucho esfuerzo para lograr las acciones constructivistas, dado que tenemos una herencia y tradición conductista dentro delmecanicismo en la estructura de nuestros programas, el sistema de calificación, formas de evaluación muy arraigadas (examen objetivo) e implementación disciplinar de los alumnos.

Evoco laimagen de aquellos educandos que recibimos en circunstancias limitadas en su mayoría, es decir formados con enfoques tradicionales de memorización, repetición, producto de procesos mecanicistas. Se...