El Docente
El primer obstáculo es la ignorancia, que consiste más bien en saber mal que en no saber. Sus manifestaciones más palpables son:
1.- laconfusión del goce estético con la diversión, porque la actitud mantiene al lector en un bajo nivel de placer vulgar y le impide progresar;
2. La ignorancia que consiste en querer leer solamente cosas fáciles, sencillas, en lugar de literatura que sea compleja y exija madurez mental. En un pasado no muy distante, era costumbre limitar la lectura de las jóvenes solteras a una literaturaelemental, formada en su mayor parte por novelistas azucaradas rosas o blancas. Aunque esto ha pasado de moda, hay siempre ciertos lectores y lectoras que cultivan la lectura de obras menos inocuas, pero de calidad semejante, y así logran mantener su mentalidad al nivel de niños de 10 años, sin tener, por desgracia, la frescura y flexibilidad del cerebro infantil. Esto es producto y causa a la par depereza mental, del horror al esfuerzo, que proviene de no saber que no hay verdadero placer sin empleo de energías.
3.- Otro obstáculo es la falta de imaginación. Se busca siempre la misma clase de emoción, y toda nueva experiencia se rechaza; como los niños pequeños que desean oír innumerables veces la repetición del mismo cuento, sin variar un detalle. Lo diferente es inaceptable, increíble,inverosímil. Es el tipo que encarna en el Asesor Irak, en el drama de Ibsen, Hedda Gabler, cuando, al oír el disparo que le revela el suicidio de Hedda, sólo atina a decir: “¡esas cosas no se hacen!”A que este tipo de lector le podemos sugerir que siga el ejemplo de la reina Blanca ( en Alicia en el país de las maravillas), que se esforzaba en creer cinco cosas increíbles todos los días antes deldesayuno. En este obstáculo se presentan ciertas variantes, como el creer que todo lo que es habitual para nosotros es perfecto, y el juzgar el pasado según las reglas del presente y toda conducta por las normas de nuestra moral. Es evidente que dentro de esas limitaciones no hay perspectivas históricas ni penetración psicológica posibles.
Afín a es ese el obstáculo que presentan los temperamentosinflexibles, que fijan de antemano los límites de su gusto y lo declaran infalible e invariable. Con un “a mi no me gusta” sentado a priori, este tipo de de lector sigue siendo el mismo, en increíble necesidad y empeño, portada la vida, cerrando las puertas a toda posibilidad de desarrollo a través de nuevas experiencias. Lee lo convencional, sabiendo de antemano que los es, y se convierte en uninvalido mental. Algunos rechazan de antemano la literatura que hace vibrar fuertemente las fibras emocionales; otros declaran que ciertos temas no se pueden tratar en literatura porque son groseros o no son decentes, o no caben dentro de tal o cual credo religioso o político, o pintan la desdicha y la miseria que son “tan chocantes”, en lugar de hacernos ver que vivimos en el mundo del doctorPangloss,(en Candido, de Voltaire). Si se aplican estos criterios con exactitud, se suprimirá, sin excepción todo lo que en este mundo es literatura valiosa.
La raíz de este obstáculo es una creencia errónea: e pensar que comprender es estar de acuerdo necesariamente. No es así. Examinemos el proceso que debe seguir normalmente una lectura fructífera.
El buen lector aspira a comprender. Paralograrlo deja a un lado, al empezar, sus opiniones y perjuicios y trata de seguir al autor cuya obra lee; no de dictarle lo que debe decir, sino identificarse con el libro. Si por el contrario, el lector resiste, se enfrenta a el haciendo reservas mentales y en actitud de crítica destructiva al empezar, no saca provecho alguno de lo que lee. Si abre su mente lo más posible, los matices y los...
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