“El Dolor En Psicoanálisis” Ó “El Dolor En La Época De La Aspirina”

“El dolor en psicoanálisis” ó “El dolor en la época de la aspirina”

Por: R. Alejandra T. Lobato

Hace un par de semanas que tengo las ganas de escribir sobre el dolor.

Y estas ganas que convocan mi escritura encuentran su origen en las sesiones  y grupos de estudio que compartimos entre colegas del ámbito “psi”.

Ha sido recurrente pensar el tema del “dolor” que aqueja a nuestrospacientes en nuestro grupo. 

“Actualmente el dolor es un problema científico, social y económico de primera magnitud. El 80% de las consultas médicas están motivadas por el dolor, convirtiéndose en el síntoma principal de consulta. El sufrimiento que acarrea el dolor, en espacial el crónico, hace que millones de personas se encuentren en una situación de desesperación física y psíquica que eleva loscostes humanos del dolor a límites inimaginables”[1] señalan los titulares de la Cátedra Extraordinaria del Dolor “Fundación Grünenthal” de la Universidad de Salamanca, Profra. A. Diez y Dr. G. Llorca Diez.
Desde la perspectiva de la psicología el dolor está asociado con la enfermedad. Y  en la actualidad podemos encontrar la llamada Psicología del Dolor[2]. Les sugiero la lectura de algunosartículos de psicología sobre el dolor.
Sin embargo, ¿Qué es para un psicoanalista el dolor?
El dolor del ser humano: tocando lo real del tejido.
Hablar de dolor del alma, del dolor del cuerpo es hablar de un cuerpo tejido a la palabra y por la palabra.
La apuesta para nosotros, analistas, es avanzar por el camino que nos propone lo real  de la clínica. Pues abrirnos al encuentro con lo real estambién disponernos al des-encuentro con nuestro propio saber. Pues lo real tiene la costumbre de golpear siempre en el mismo lugar, no le interesa saber nada sobre el “progreso[3]”. 
Freud afirmaba que “gobernar, educar y psicoanalizar” son tres tareas imposibles. Pero es importante entender que lo “imposible” es también un nombre de lo real y que no equivale a “irrealizable”. “Imposible” comocategoría lógica modal, indica que no hay representaciones ni palabras  que puedan cubrir éste real de manera íntegra.
Sin embargo, que lo real nos remita a lo imposible es justo lo que decide una clínica que da lugar a la eficacia.

DOLOR.
El tema del dolor aparece en Freud desde los inicios hasta el final de su obra.
Inauguralmente, el lugar en donde Freud introduce una reflexión teóricasobre la cuestión del dolor es, por un lado, el “Proyecto de Psicología para neurólogos”[4] y, por otro lado, el “Manuscrito G”[5] que habla de la melancolía.
Ahora bien, les propongo iniciar el recorrido en el punto en donde se anuda con la lengua, es decir, en la relación entre lo corporal y lo anímico.
Podemos hablar del dolor en muchas lenguas: douleur en francés, pain en inglés, schmerz enalemán; pues todas nombran tanto el dolor que nos provoca una herida en la piel como el dolor por la pérdida de un ser amado. 
Si pensamos desde el discurso médico, la verdad del dolor reside en la lesión del tejido. Sin embargo el problema es que para la medicina existen ciertos padecimientos para los cuales no han encontrado los tejidos específicos.
Freud, en “Tratamiento psíquico (tratamiento delalma)”[6], un texto muy temprano en su obra, dice:
“Existe un gran número de enfermos, leves y graves, cuyas perturbaciones y quejas plantean un gran desafío al arte de los médicos, pero en los cuales, a pesar de los progresos que ha hecho la medicina científica en sus métodos de indagación, ni en vida, ni tras su muerte pueden hallarse los signos visibles y palpables del proceso patológico.”¿Acaso Freud haya dado cuenta de aquello que desde lo real incide en el tejido? Por fortuna para el psicoanálisis y para nosotros analistas, Freud avanzó por el camino que le proponía lo real de su clínica. Y me parece que lo que Freud nos enseña es no retroceder ante la palabra y también, no retroceder a lo real y estar dispuestos a reconocer los límites de lo que, suponemos, ya sabemos; es no...